United States or Saint Helena, Ascension, and Tristan da Cunha ? Vote for the TOP Country of the Week !


Lo mejor es que tu madre te mira ya con buenos ojos... ¡Pues podía no! ¡Caramba, cómo te vas redondeando, y qué guapísima estás! Vaya, que da gusto mirarte. ¡Chica más precoz y más...! Mira, cuando entras por esas puertas, parece que asoma la primavera y que cantan los pajaritos en esta casa. ¡Si me sabrán a gloria tus visitas! ¡Dios te lo pague, hija mía!

Caleb, que, conociendo la condición maligna de Alicak, no le caía en gracia aquella pantomima burlesca, pensó ejercitar su humor moralista y severo, y así, con tono dogmático, le habló de este modo: Alicak, ya juzgué que tus inclinaciones al mal se hubieran debilitado, cuando no destruído de todo punto; por eso me aflijo al mirarte con tan poca enmienda, siendo así que donde vamos, tus artes te harán mucho mal y bien ninguno.

Abrió los ojos repentinamente y, fijándolos en Manolo, dijo: ¡Ah! ¿Eres ? ¿Has entrado ahora? No, hace ya cerca de una hora que estoy aquí. ¿Una hora?... ¿Y qué hacías? Mirarte y remirarte... y aún no quedé satisfecho. ¡Pues, hijo, no cómo no te empalago! replicó ruborizándose.

Y estrechando su mano volví a preguntarle: ¿pero si no fuese Rey? Basta murmuró. No merezco que dudes de de esa manera. ¡Ah, Rodolfo! ¿Acaso una mujer que va a casarse sin sentir amor podría mirarte como te miro yo? Después inclinó el rostro, procurando ocultarlo.

Después de haberme perdido... ¡Dios mío! yo no cómo puedo mirarte á la cara, ¡miserable! ¡conque es decir que si su majestad come de la perdiz...! ¡Os ahorcan! y por eso yo avisé á vuestra mujer; como no estábais en la casa, vuestra mujer procuró salvarse, y salvar vuestro caudal... dejamos encargado á cierta persona que os avisara, pero sin duda no ha dado con vos.

Lavaos las manos, y limpiaos el cuello. Dad aca el agua: el fuego no se enciende? No hay quien pueda, señores, encendello? O Jupiter! qué es esto que pretende De hacer en nuestro daño el hado esquivo? Cómo el fuego en la tea no se enciende? Ya parece, señor, que está algo vivo. Quítate afuera, ó flaca llama escura, Que dolor en mirarte ansi, recibo.

Al contrario, hijo. Yo no tengo ojos nada más que para mirarte a ti. Y desde que me gustas he perdido el gusto de todas las demás. Ella, insistía con calor, llamándome embustero, gitano, comediante. Al fin, una noche, más por complacerla que por otra cosa, le dije: Pues, si he de serte sincero, la que allí me parece mejor es tu prima Isabel. ¡Dios eterno, qué hice!

¿Cuál desventura, oh ciudad, ha vuelto en tan triste estado tu grandeza y majestad, y aquel palacio sagrado en estrago y soledad? ¿Quién á mirarte se inclina y á tus muros derrocados por la justicia divina, que no vea en tus pecados la causa de tu ruina? ¿Quién te podrá contemplar, viendo tu gloria perdida, que no desee que un mar de llanto sea su vida para poderte llorar? ¿Cuál pecado pudo tanto que no te conozco agora?

Me estoy mirando en el agua, que es como un espejo replicó con la mayor inocencia, delatando su presunción. no necesitas mirarte. Eres hermosa como los ángeles que rodean el trono de Dios. El alma del ciego llenábase de entusiasmo y fervor. El agua se ha puesto a temblar dijo la Nela y no me veo bien, señorito. Ella tiembla como yo.

Mirarte libre un día mi alma sueña, Derramando la luz de tus colores; Y cuando llegue aquel dichoso instante. Yo te diré con alma delirante ¡Que eres el amor de mis amores! Enero, 1922. A ESPA