United States or Haiti ? Vote for the TOP Country of the Week !


Pronto también Don Fernando se muestra satisfecho de su estado, porque su presunta hermana es una joven cuya belleza le había enamorado antes, y desde este momento el fingido parentesco le sirve á maravilla, pudiendo hablar con ella á toda hora, y siendo mirado por la misma como su hermano, colmándolo de caricias.

Había vuelto a cogerla por las manos, y se las apretaba sin saber qué decir, repitiendo lo mismo: ¡Feliciana... Feliciana! Hombre, ¡déjala en paz! Ya te he dicho que no soy Feliciana. ¿A qué repetir su nombre? ¡Para lo que te fijas en ella cuando la ves! Nunca la has mirado los ojos; nunca has visto en ella nada de extraordinario. te crías para cosas mejores.

-Bien puede, señor -respondió a esta sazón Sancho-, bien puede tener las riendas a su yegua, porque nuestro caballo es el más honesto y bien mirado del mundo: jamás en semejantes ocasiones ha hecho vileza alguna, y una vez que se desmandó a hacerla la lastamos mi señor y yo con las setenas.

Pero una cosa quiero suplicar a vuestra merced, entre otras, señor licenciado, y es que, porque a mi amo no le tome gana de ser arzobispo, que es lo que yo temo, que vuestra merced le aconseje que se case luego con esta princesa, y así quedará imposibilitado de recebir órdenes arzobispales y vendrá con facilidad a su imperio y yo al fin de mis deseos; que yo he mirado bien en ello y hallo por mi cuenta que no me está bien que mi amo sea arzobispo, porque yo soy inútil para la Iglesia, pues soy casado, y andarme ahora a traer dispensaciones para poder tener renta por la Iglesia, teniendo, como tengo, mujer y hijos, sería nunca acabar.

Te he visto nacer, como quien dice; he sido amigo de tu padre, y no puedo dejarte en medio del arroyo expuesta á la miseria y á la perdición... no eres para una mujer cualquiera, una querida que se toma y se suelta como un perro de caza... Á ti te he mirado siempre como cosa propia, y si algunas veces te maltrato es por la misma confianza que contigo tengo y por este genio polvorilla que Dios me ha dado... Pero eso no tiene que ver con el aprecio... Yo te aprecio, Soleá, porque eres buena y eres honrá... y eres decente, ¡vamos!... Y á fuerza de tiempo se toma cariño á las sillas, cuanto más á las personas... Y para que más de la verdad... á ti te he tomado más cariño que he tomado hasta ahora á ninguna mujer...

El plan que guiaba sus pasos, mirado aun por los menos desconfiados como irrealizable, era el de dar la libertad á Venezuela con el concurso de la Nueva-Granada, que hasta cierto punto habia seguido la misma marcha en su revolucion contra los españoles realistas.

Después de la sonrisa de saludo ya no le había mirado más. Sus ojos pasaron repetidas veces sobre él de un modo maquinal, sin llegar á verle. Era uno de tantos curiosos espectadores de su triunfo. En el mundo sólo existían en aquel momento la baraja y ella. Su despecho le hizo sentir una indignación de moralista. Nada le importaba que Alicia se olvidase de él.

Los sietemesinos, echando humo por la boca y luciendo americanas del verano anterior, parodiaban a don Juan Tenorio. Te digo que esa señora no es tal señora, y me han dicho que torea. Vamos, chico, ¡que te calles! Yo la he seguido dos tardes, y ni siquiera me ha mirado. Pues me consta que va a citas. ¡! Las ganas. Ya salen... adiós.

Ana lo olvidó todo de repente para pensar en el dolor que sintió al oír aquellas palabras. «¿Si habré yo visto visiones? ¿Si jamás este hombre me habrá mirado con amor; si aquel verle en todas partes sería casualidad; si sus ojos estarían distraídos al fijarse en ?

La luna conserva siempre su misma figura, y no obstante nos presenta de continuo variedad de fases; una roca informe y desigual se nos ofrece á lo léjos como una cúpula que corona un soberbio edificio; y el monumento que mirado de cerca es una maravilla del arte, se divisa á larga distancia como una peña irregular, desgajada, caida á la aventura en las faldas del monte.