United States or Turkmenistan ? Vote for the TOP Country of the Week !


El hombre se detuvo, les miró con estupor unos instantes y luego echó una mirada recelosa en torno para cerciorarse sin duda de que se hallaban en completa soledad. Esta mirada ávida causó gran impresión en nuestros antropólogos. Bueno dijo el desconocido. Tomen ustedes las medidas que gusten, pero les advierto que hace mucho tiempo que estoy cerrado.

Y como es evidente que lo mismo se podria decir de todos los relojes, pues suponiéndolos arreglados unos por otros, siempre habremos de llegar á uno primero, que no se ha arreglado por los demás, resulta que ninguna de las medidas suministradas por el arte, es medida primitiva.

Este Ayuntamiento, que vela sobre su prosperidad y se interesa en gran manera por la union, el órden y la tranquilidad, lo hace presente á V. E., y para evitar los desastres de una convulsion popular, desea tener de V. E., un permiso franco para convocar, por medio de esquelas, la principal y mas sana parte de este vecindario, y que en un congreso público exprese la voluntad del pueblo, y acuerde las medidas mas oportunas para evitar toda desgracia y asegurar nuestra suerte venidera.

Pero si yo le dijese que me sabe mal creería usted que yo había tomado mis medidas para esa fatal eventualidad. ¿No es eso lo que usted piensa? Yo no estoy segura de lo que pienso, don Diego. Mi corazón late tan fuerte, que me sería difícil oír otra cosa. La única idea que se me presenta clara es la de que esa mujer es libre.

Esto le ponía fuera de , y á veces estaba á punto de romper con el P. Jacinto y de mirarle como á amigo desleal ó como á fanático sin entrañas. Con todo, en medio de sus tribulaciones el Comendador se reportaba y no perdía la calma. Había tomado sus medidas. Su conducta estaba prescrita y determinada con firmeza, y aguardaba sereno el resultado. Este no tardó mucho en venir.

Así, tomando el momento en que una estrella se encuentra en el meridiano junto con el sol, se nota que al dia siguiente la estrella llega al meridiano un poco antes que el sol. ¿Quién tiene razon? Será la estrella la que habrá gastado las 24 horas justas, ó será el sol? Si el tiempo es cosa fija, independientemente del movimiento, una ú otra de estas medidas no corresponde exactamente al tiempo.

Don Álvaro Mesía era más alto que Ronzal y mucho más esbelto. Se vestía en París y solía ir él mismo a tomarse las medidas. Ronzal encargaba la ropa a Madrid; por cada traje le pedían el valor de tres y nunca le sentaban bien las levitas. Siempre iba a la penúltima moda. Mesía iba muchas veces a Madrid y al extranjero. Aunque era de Vetusta, no tenía el acento del país.

Le daba consejos; un plan entero que había discurrido y le ofrecía para presentarlo al Congreso; medidas de protección para los exportadores de naranja. La riqueza de la ciudad; todos nadando en dinero: lo garantizaba él con la mano sobre el corazón.

El médico del pueblo tuvo que asegurarle bajo palabra de honor que él respondía de que no habría novedad si se tomaban las medidas de precaución que él señalara.... Se hizo todo al pie de la letra. Se pidió prestado su mejor coche a una condesa de las cercanías; el cochero tuvo que jurar que los caballos no darían un paso más largo que otro; el carruaje se llenó de almohadones.

Lo que allí se dijera había de trascender muy lejos, que para eso había periodistas a la mesa; y era de necesidad, por tanto, que las palabras salieran pesadas y medidas de la boca de los oradores.