United States or Argentina ? Vote for the TOP Country of the Week !


Esa vez me defendí como estaba en mi derecho, porque fueron a prenderme de noche y en campo abierto: se me acercaron con armas, y, sin darme voz de preso, me amenazaron a gritos de un modo que daba miedo, que iban a arreglar mis cuentas, tratándome de matrero: y no era el jefe el que hablaba sino un cualquiera de entre ellos, y ése, me parece a no es modo de hacer arreglos, ni con el que es inocente, ni con el culpable menos. -Con semejantes noticias yo me puse muy contento y me presenté ande quiera como otros pueden hacerlo.

103 Allí quedó de mojón y en su caballo salté; de la indiada disparé, pues si me alcanza me mata, y al fin me les escapé, con el hilo de una pata. IV El pulpero. A buena cuenta. 104 seguiré esta relación, aunque pa chorizo es largo: el que pueda hágase cargo cómo andaría de matrero, después de salvar el cuero de aquel trance tan amargo.

183 Mas también en este juego voy a pedir mi bolada; a naides le debo nada, ni pido cuartel ni doy: y ninguno dende hoy ha de llevarme en la armada. 184 Yo he sido manso primero, y seré gaucho matrero; en mi triste circunstancia, aunque es mi mal tan projundo, nací y me he criado en estancia. Pero ya conozco el mundo.

921 No hay matrero que no caiga, ni arisco que no se amanse; ansí, yo, dende aquel lance, no salía de algún rincón, tirao como el San Ramón después que se pasa el trance. 922 Me le escapé con trabajo en diversas ocasiones; era de los adulones; me puso mal con el Juez; hasta que al fin una vez me agarró en las eleciones.

Y los he pasado ansí, si en mi cuenta no me yerro: tres años en la frontera, dos como gaucho matrero, y cinco allá entre los indios hacen los diez como yo cuento. Me dijo, a más, ese amigo que anduviera sin recelo, que todo estaba tranquilo, que no perseguía el gobierno, que ya naides se acordaba de la muerte del moreno, aunque si yo lo maté mucha culpa tuvo el negro.

343 Para prestar un socorro las mujeres no son lerdas: antes que la sangre pierda lo arrimaron a unas pipas; ahi lo dejé con las tripas como pa que hiciera cuerdas. 344 Monté y me largué a los campos más libre que el pensamiento, como las nubes al viento a vivir sin paradero, que no tiene el que es matrero nido, ni rancho, ni asiento.

¡Y qué versos! agregó mi tío Ramón lleno de buena fe, con el ánimo de cooperar al elogio. ¡No! los versos no han sido nunca gran cosa contestó el doctor con impaciencia. ¡Oh! perdone, doctor, y ¿El Matrero y el Mendigo? agregó mi tía. ¡Pschet! así, así... ¡No! los versos no son su fuerte. Pero los discursos, las proclamas; aquel discurso contra los ministros de Urquiza...

262 Cuando cerca los sentí, y que ahi no más se pararon, los pelos se me erizaron y, aunque nada vían mis ojos, no se han de morir de antojo, les dije, cuando llegaron. 263 Yo quise hacerles saber que allí se hallaba un varón; les conocí la intención y solamente por eso es que les gané el tirón, sin aguardar voz de preso. 264 Vos sos un gaucho matrero, dijo uno, haciéndose el güeno.

161 Pero esas trampas no enriedan a los zorros de mi laya; que esa ganza venga o vaya, poco le importa a un matrero. Yo también dejé las rayas- en los libros del pulpero. 162 Nunca juí gaucho dormido; siempre pronto, siempre listo, yo soy un hombre, ¡qué cristo!, Que nada me ha acobardao, y siempre salí parao en los trances que me he visto.