United States or Sierra Leone ? Vote for the TOP Country of the Week !


-Todo lo confieso, juzgo y siento como vos lo creéis, juzgáis y sentís -respondió el derrengado caballero-. Dejadme levantar, os ruego, si es que lo permite el golpe de mi caída, que asaz maltrecho me tiene.

Cuidad de estar siempre ebrios, dijo el trágico Baudelaire al sentir el enorme vacío de su existencia, que fué gloriosa... más tarde, cuando una vida negra y una muerte de perro le arrojaron a la eternidad como un guiñapo muy glorioso, pero muy maltrecho y muy dolorido. En Madrid se come mal

Con esta perpleja tribulación llegó donde estaba don Quijote, harto más maltrecho de lo que él quisiera, y, ayudándole a subir sobre Rocinante, le dijo: -Señor, el Diablo se ha llevado al rucio. ¿Qué diablo? -preguntó don Quijote. -El de las vejigas -respondió Sancho. -Pues yo le cobraré -replicó don Quijote-, si bien se encerrase con él en los más hondos y escuros calabozos del infierno.

No había visto un solo libro, ni por el forro, y toda su argumentación ingeniosa sacábala de la rabia que contra doña Lupe sentía, rencor satánico que habría bastado para inspirar epopeyas. Como el gran principio de la propiedad individual no tenía en aquella desigual contienda más defensor que D. Basilio, quedó maltrecho.

Parecía que se desbarataba en horrorosas convulsiones, y se mordió las manos y se golpeó todo, quedándose maltrecho. Por fin le pasó, Dios sabe cómo, y al volver en encontrose con una gran novedad en su cerebro: tenía una idea; pero una idea grande, clara, categórica, sinceramente adherida a su inteligencia. No durmió en toda la noche, no comió nada a la mañana siguiente.

¿Serás, además, constante y bondadoso amigo mío, sin guardarme rencor y pagándome como debes la amistad pura que yo te profeso y la estimación con que te miro? Seré tu mejor amigo, como lo mereces. Juanita, entonces, se levantó de un brinco, dejando libre a don Andrés, que se levantó también, algo maltrecho, mohíno y humillado por la derrota.

Dejole al cabo de un rato Marroquín, pero tan estropeado y maltrecho, que en vez de reírse de la broma, comenzó a toser y a quejarse; la verdad es que estaba muy pálido: «¡Barájoles! esto pasa de broma, Sr. Marroquín. ¿Pues no estaba V. haciendo lo mismo con D. Leandro? Pero yo no le apretaba con todas mis fuerzas, como V. ha hecho conmigo

Y, en diciendo esto, y encomendándose de todo corazón a su señora Dulcinea, pidiéndole que en tal trance le socorriese, bien cubierto de su rodela, con la lanza en el ristre, arremetió a todo el galope de Rocinante y embistió con el primero molino que estaba delante; y, dándole una lanzada en el aspa, la volvió el viento con tanta furia que hizo la lanza pedazos, llevándose tras al caballo y al caballero, que fue rodando muy maltrecho por el campo.

Un alpargatero tuvo que intervenir en la contienda y, a puntapiés y a empujones, separó a los dos adversarios. Martín se separó triunfante y el joven Ohando, magullado y maltrecho, se fué a su casa. La madre de Martín, al saber el suceso, quiso obligar a su hijo a presentarse en casa de Ohando y a pedir perdón a Carlos, pero Martín afirmó que antes lo matarían.

El cordero se convirtió entonces de repente en bravo león. Por dicha, no tenía armas, pero le valieron los puños. Con certero y fuerte golpe derribó por tierra, maltrecho y con la boca ensangrentada, al primero que le había ofendido. Después siguió peleando él solo contra otros tres o cuatro, apoyado contra el muro y acosado por ellos.