United States or Mauritius ? Vote for the TOP Country of the Week !


Sus amigos no se explicaban aquellas ganas de retirarse y dejar los estudios; no tenía novias, no era jugador, apenas conocía el hunkían y se aventuraba en un revesino, no creía en los consejos de los frailes, se burlaba del tandang Basio, tenía dinero de sobra, trajes elegantes, y sin embargo iba de mala gana á clase y miraba con asco los libros.

Pero como faltaba ya la razon, y empezaban á descubrir su mala intencion, lejos de producir los buenos efectos que se prometia de esta sumisa oferta, solo sirvió para que se insolentasen mas.

Siguiendo el rumbo del S, por dar pronto con el mar, hallaron unas piedras menudas, entre las cuales algunas coloradas y otras blancas, muy duras y redondas; y algunas tenian al rededor una raya como canal y como para atar un cordel: los indios las llaman piedras del Diablo. En tan mala tierra hicieron noche, habiendo caminado como siete leguas.

Marta se había mostrado valerosa y activa, y había, no obstante su mala salud, trabajado de la mañana a la noche para poner en orden todo lo que un amo, largo tiempo soltero, había dejado ir a la deriva.

Decía Pedro a su amigo que, por mala fortuna, habíase comprometido con su amigo lord S * para dar con él una vuelta en su yacht por el Mediterráneo; pero que, sin embargo, contaba con estar de vuelta en tiempo oportuno para asistir a la ceremonia nupcial, encargándole al propio tiempo que transmitiera sus respetuosos parabienes a la señorita de Sardonne.

Bien le habia yo dicho á vm., señor, dixo en triste voz Cacambo, que las muchachas aquellas nos jugarian una mala pasada. Candido mirando los asadores y el caldero, dixo: Sin, duda que van á cocernos ó asarnos. Ha, ¿qué diria el doctor Panglós si viera lo que es la pura naturaleza?

En dos siglos de historia prusiana, una sola revolución: las barricadas de 1848, mala copia berlinesa de la revolución de París, y sin resultado alguno. Bismarck apretó la mano para aplastar los últimos intentos de protesta, si es que realmente existían.

Para engañarnos basta ó mala fe ó error. Desgraciadamente, estas cosas no son raras. Pág. 72. Es muy dudoso si el periodismo causará daño ó provecho á la historia de lo presente; pero no puede negarse que multiplicará el número de los historiadores con la mayor circulacion de documentos.

El gran disco que transmitía a la bomba la fuerza del viento, estaba aquel día muy perezoso, moviéndose tan sólo a ratos con indolente majestad; y el aparato, después de gemir un instante como si trabajara de mala gana, quedaba inactivo en medio del silencio del campo. Ganas tenían las dos recogidas de seguir charlando; pero la monja no las dejaba y quiso ver cómo aclaraban la ropa.

La vida de zagalona rústica no hay que pensar en hacerla de nuevo. Dios me libre también de recaer en la mala tentación de presumir de princesa. Nada de volver con la cabeza al aire y con el cántaro por esos andurriales; y nada tampoco de ponerme el magnífico vestido de seda mientras no gane posición, autoridad y título duradero, suficiente y legítimo, para tamaña audacia.