United States or Guernsey ? Vote for the TOP Country of the Week !


El chiste está en que el nigromántico, con toda su magia, si bien adormece á la dama, no atina á despertar en él ó á resucitar algo que hacía años dormía ó estaba muerto, y se lleva un chasco feroz, quedando en salvo la honestidad y entereza de la dama, con apacible risa y júbilo de los lectores. Si el Ariosto hubiera tratado el suceso trágicamente, lo hubiera errado.

No por qué parecen llenas de magia melancólica las cosas pasadas; no se lo explica uno bien; se recuerda claramente que en aquellos días no era uno feliz, que tenía uno sus inquietudes y sus penas, y, sin embargo, parece que el sol de entonces debía brillar más, y el cielo tener un azul más puro y más espléndido.

Si llego á denunciar al Alcalde que en una de las quintillas lo habían comparado con el apóstol Santiago, y si hubiese llegado á oídos del cura, que en otros cinco que se titulaban versos, lo llamaban hermosísimo pastor, de seguro va á la cárcel el Directorcillo. ¿Y la magia? ¿Y la derramita? dirán mis lectores.

Demos de barato por más que á ellos les ha de salir algo caro que los amantes de la Chananay y la Liceria triunfen. Este triunfo representa tres noches de comedia de magia, con cantos, bailes y gimnasia.

De todos modos, la terapéutica del pasado para la salud del alma y del cuerpo mediante la magia religiosa está herida de muerte por la ciencia positiva, aunque no esté muerta aun.

En donde todo es mágia, no tiene oficio el mago. Por esto tal vez me siento como despegado de esta preciosísima ciudad, de este preciosísimo dige. Ando por deseo y por necesidad de saber; no por la esperanza poética de sentir. Se mueve mi cabeza, están parados mi fantasía y mi corazon.

Por ir dedicado á V., quisiera yo que fuese mejor que Pepita Jiménez, á quien V. tanto celebra; pero harto sabido es que las obras literarias, y muy en particular las de carácter poético, sólo se dan bien en momentos dichosos de inspiración, que los autores no renuevan á su antojo. En esto como en otras mil cosas, la poesía se parece á la magia. Requiere la intervención del cielo.

La cabeza se me abrasa, y parece que me vuelvo toda uñas...». Salieron las señoras. Fortunata vio primero a una de pelo blanco, después a Jacinta, después a una pollita que debía de ser su hermana...; vio terciopelo, pieles blancas, sedas, joyas, todo rápidamente y como por magia. Las tres entraron en el coche, y el lacayo cerró la portezuela. ¡Pero qué cosas!

Entonces todo quedó en silencio profundo, como si aquella masa de gente, tan ruidosa poco antes, hubiese perdido de pronto la facultad de respirar. El alcalde hizo la seña; sonaron los clarines, que, como harán las trompetas el día del último juicio, produjeron un levantamiento general, y entonces, como por magia, se abrió la ancha puerta del toril, situada enfrente del palco de la autoridad.

Y allá marchaban todos, afrontando la nostalgia del recuerdo o las necesidades del presente; revueltos, confundidos, igualados por la ilusión común... ¡Buenos Aires! ¡Qué magia poderosa la de este nombre, que hacía correr a los miserables, como ratones hambrientos, para ocultarse en las entrañas de los buques!... Se impacientó Maltrana ante la monotonía del desfile.