United States or France ? Vote for the TOP Country of the Week !


, , pasad por allí una noche obscura dijo el señor Macey parpadeando misteriosamente los ojos , y después haced creer, si queréis, que no habéis visto luces en las caballerizas y que no habéis oído el piafar de los caballos ni el chasquear del látigo, ni aullidos, cuando empieza a clarear el día.

, os acordáis del tiempo en que el padre del señor Lammeter vino a establecerse aquí, ¿verdad, señor Macey? dijo el tabernero. Ya lo creo repuso el viejo chantre, que ahora había pasado por la serie de halagos necesarios para llevarle a comenzar su narración . Era un lindo viejo, tan guapo, o quizás más, que el señor Lammeter existente actualmente.

Pero no debíais, tener veinticinco años cuando vinisteis a estableceros aquí, ¿verdad? Silas se estremeció ligeramente cuando el señor Macey tomó aquel tono de interrogación, y respondió con suavidad: No lo , no lo podría decir con exactitud; ¡hace de eso tanto tiempo!

Las gentes que creen en la licencia de Cliff, no se atreverán jamás a acercarse a aquel lugar por diez libras esterlinas. Si el señor Dowlas quiere conocer la verdad sobre este asunto dijo el señor Macey con sonrisa sarcástica, golpeándose los pulgares el uno contra el otro , no tiene para qué hacer apuestas; que vaya allá solo, nadie se lo impedirá.

El señor Macey espera alguna palabra de nuestra parte dijo Dolly ; se ofendería de que pasáramos sin decirle nada... a él, que está tan mortificado por el reumatismo. Se aproximaron, pues, para darle un apretón de manos al anciano. Había contado con esta circunstancia y premeditado su discurso. ¿Qué tal, maese Marner? dijo con voz que temblaba un poco ; he vivido para ver mis palabras realizarse.

Y para volver al asunto, si la conversación ha de referirse a los Lammeter, vos, señor Macey, sois el que mejor conocéis ese capítulo, ¿no es cierto? ¿Recordáis la época en que el señor Lammeter vino a este paraje y arrendó las Gazaperas? El señor Macey era sastre y chantre de la parroquia.

¡Como si a los aparecidos les importara que crea en ellos un hombre tan ignorante como vos! dijo el señor Macey, profundamente desalentado de ver en el herrador aquella grosera incapacidad para comprender la naturaleza de los fenómenos concercientes a los fantasmas.

Algunas personas decían que Marner debía haber tenido un «ataque», palabra que parecía explicar cosas de otro modo increíbles; pero el señor Macey, gran argumentador y chantre de la parroquia, sacudía la cabeza con incredulidad, y preguntaba si se había visto nunca a nadie perder sus facultades sin que rodara al suelo.

Creo agregó la buena mujer que esta pobre criatura no ha sido nunca bautizada y es conveniente advertir al pastor. En caso de que no tengáis nada que observar le hablaré de eso hoy mismo al señor Macey.

Aquel viejo oráculo, que pretendía conocer la ley, declaró que ningún médico podía ser constable, que ese hecho le había sido transmitido por su padre. Y usted es médico, me parece, aunque no sea usted más que médico veterinario; porque una mosca es una mosca, aun cuando sea un tábano dijo para terminar el señor Macey, algo maravillado por su sagacidad.