United States or Jordan ? Vote for the TOP Country of the Week !


Vencer las mayores dificultades del verso, sea en la forma, en la transposición o en la rima, derramar la gracia, el chiste, la fina ironía en sus composiciones, es un juego para D. José M. Marroquín. Ha hecho una glosa rimada de los primeros libros de Tito Livio, que no vacilo en considerar como uno de los trabajos más perfectos que en ese género se hayan escrito en nuestro idioma.

Livio afirma que la mucha prosperidad y abundancia de Roma, le acarrearon todos los males, y que por esta causa llegaron los romanos a los extremos del vicio. Si consultamos a Juvenal volvió a decir, él nos declara que no hay linaje de maldad en que los romanos no cayesen desde que abandonaron la pobreza. ¿Fue acaso opulento el pueblo de Israel, el pueblo de Dios?

Mena, Envio, Pacunio y Livio español, escribió la poesía antigua; la media, Garcilaso, que pulimentó sus versos, y describió las selvas y los amores pastoriles, y Lope, por último, la nueva, y es nuestro Marrón y nuestro Ovidio, porque tal es su nombre, no el de Terencio, puesto que la naturaleza lo ha hecho Marrón y Ovidio.

Y así que la hubo bebido comenzó a soltar con calma una serie de silogismos en latín que haría estremecer a Tito Livio en su tumba. Los compañeros le escuchaban con poca atención, pero movían la cabeza afirmando.

Aprovechándolo todo, lo mismo lo cierto que lo dudoso, y utilizando lo histórico así como lo anecdótico, allegaba elementos para un colosal almacén literario que, por fortuna, pereció en un incendio años adelante. Zorraquín refería las acciones, describía los lugares, reproducía las palabras, dando a las alocuciones el tono y tamaño de discursos a lo Tito Livio.

Y es de este modo afirmaba como debe nacer el Anticristo, según un gran número de doctores, y como nacieron Rómulo y Remo, según Tito Livio; Platón el filósofo, según San Jerónimo; Alejandro el Grande, según Quinto Curcio; el inglés Merlín, engendrado por un íncubo en una religiosa hija de Carlomagno; y, para decirlo todo, el maldito heresiarca que llevaba el nombre de Lutero.

Aquí se convence lo ingenioso en este determinado hombre, porque los dos están juntos en un tercero, que es Eudoxô. Tito Livio no es Ciceron: este hombre es Tito Livio: luego este hombre no es Ciceron. Los dos extremos de este determinado hombre y Ciceron no se pueden juntar, porque no se pueden unir con Tito Livio, que es el medio.

Así ningun hombre de juicio creerá los prodigios que Livio refiere haber acontecido en la muerte de Rómulo, y otros semejantes.

Pero «el clérigo»le decía a Fonseca: «¡Lo que yo digo es lo que dijo en su testamento la buena reina Isabel; y me quieres mal y me calumnias, porque te quito el pan de sangre que comes, y acuso la encomienda de indios que tienes en América!»Y a Sepúlveda, que ya era confesor de Felipe II, le decía: « eres disputador famoso, y te llaman el Livio de España por tus historias; pero yo no tengo miedo al elocuente que habla contra su corazón, y que defiende la maldad, y te desafío a que me pruebes en plática abierta que los indios son malhechores y demonios, cuando son claros y buenos como la luz del día, e inofensivos y sencillos como las mariposas.»Y duró cinco días la plática con Sepúlveda.

Más adelante está un historiador que se volvió loco de sentimiento de haberse perdido tres décadas de Tito Livio. Más adelante está un colegial cercado de mitras, probándose la que le viene mejor, porque dió en decir que había de ser obispo.