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En sus ojos negros brillaba una especie de altivez dolorosa y una especie de audacia amenazadora, como si lanzara un reto a sus enemigos invisibles; sus facciones contraídas se distendieron de pronto, sin embargo, y su expresión se tornó tranquila y paciente, al dirigirse a pasos lentos al cuarto de Elena; una suave serenidad iluminaba su rostro, y le dijo a la joven que se arrojó desesperada a su cuello con los ojos llenos de lágrimas: Vamos, Elena, mi querida hija; no llores así.

Llegó á la hoguera Jaime con la misma presencia de ánimo, y llamó poderosamente la atención de la inmensa concurrencia, que el reo no hiciera movimiento alguno ni lanzara la menor queja cuando las llamas comenzaron á quemar sus carnes, y que apesar de su horrible muerte, ni su rostro se alteró ni se vieron en él muestra alguna de sufrimiento físico.

Cuando entre en ella y cierre tras la puerta y se vea otra vez solo, lanzará un suspiro y pensará que hoy se le ha disipado una esperanza. Azorín ha recibido hoy una carta; la fecha decía: Petrel; la firma rezaba: Tu infortunado tío, Pascual Verdú. ¡Pascual Verdú! Azorín, de lo hondo de su memoria, ha visto surgir la figura de su tío Verdú.

Pueda ella, en las horas sin luz del desaliento, reanimar en vuestra conciencia el entusiasmo por el ideal vacilante, devolver a vuestro corazón el calor de la esperanza perdida. Afirmado primero en el baluarte de vuestra vida interior, Ariel se lanzará desde allí a la conquista de las almas.

no te metas en lo que no te importa, ¡animal! El irlandés prorrumpió en insultos, y yo impedí que se lanzara sobre ligarte. La última noche que pasamos en casa de Sandow, yo escribí una larga carta a Ana. Dormíamos los tres huéspedes del capitán en la biblioteca; Ugarte y Allen se habían tendido en sus camastros, pero estaban despiertos.

Aquella fantasmagoría desapareció; el telón de niebla cayó sobre la fachada de la Bolsa, y quedaron ocultas las figuras del sombrío drama, que la imaginación del comerciante acababa de hacer representar. Míster Robert levantó su brazo, cual si lanzara un anatema, y exclamó: ¡Garito amparado por las leyes, ladrón de haciendas, yo te maldigo!

Así, a cualquier lado que el joven se volviera, cualquiera que fuese el partido que pensara tomar, el daño era cierto. Que el instinto lo engañara, que solamente el odio lo lanzara contra Zakunine, eran cosas que Vérod se negaba a mismo: si hubiera podido inspirar al juez una certidumbre tan firme como la suya, la condena de aquel hombre habría sido segura.

, Sandoval, tan ínclita guirnalda Con tus manos inmundas no ajarás, Porque ese hierro que marcó tu espalda Te ha impreso ya su cicatriz tenaz. No azul pendon te prestará su sombra Sino la planta del señor feroz, Que haciéndote servir como de alfombra Te lanzará iracundo, torpe coz.

Insubordínese usted, y sonará un pito en el puente que hará surgir por una escotilla, como diablos de teatro, cuatro rubios forzudos, con anclas azules tatuadas en los bíceps, que le llevarán a dormir en la barra... Que un peligro amenace la estabilidad de nuestro pequeño Estado, y el Poder Ejecutivo lanzará una circular eléctrica a las otras potencias que navegan invisibles, reclamando su pronta intervención.

Las nueve... Ahora habrá salido el cisne, y el hijo de Parsifal lanzará sus primeras notas entre los siseos de expectación del público... ¡Y yo aquí! ¡Cristo! No tengo mala ópera... ; no era mala.