United States or Réunion ? Vote for the TOP Country of the Week !


Debemos hacer notar que esas abrigadas landas son ardientísimas á ciertas horas del día, puesto que absorben, concentran los rayos solares. La mujer débil se agostaría; y la joven, rica de vida, se inflamaría, herviría, sentiría fiebres temibles. Su cabeza se perdería por los sorprendentes y peligrosos efectos de espejismo que llegaría á ver.

Poco después salía éste de Burdeos acompañado de Gualtero de Pleyel y dos horas más tarde se ponían en su seguimiento Roger, Simón y Tristán de Horla, para quienes el primero tuvo que procurarse dos caballejos de las Landas, de tan pobre apariencia como excelentes cualidades.

La piedra se mostraba mas fraternal que los hombres. Dominado por esta última impresion, entré á Francia con tristeza, dejando un suspiro do fraternal cariño á la patria de mis mayores, un tiempo conquistadora y enemiga de la mia, pero hoy algo reconciliada con esta por el trascurso del tiempo y el influjo de la civilizacion. Del Bidasoa á Bayona, La ciudad de Bayona. Las Landas.

En las landas, detrás de los pinos, los simples y las hierbas un poco fuertes que huella usted, la prodigan su fragancia, no sosa y embriagadora como la que despide la peligrosa rosa, sino agradablemente amarga. Siéntese usted en medio é imítelos, abrigándose en ese suave repliegue que forma el terreno. ¿No se diría que nos encontramos á cien leguas del mar?

La introducción natural, el vestíbulo del Océano para prepararse á conocerlo como es debido, es la melancólica corriente de los ríos del Noroeste, los dilatados arenales del Mediodía ó las landas de la Bretaña. Cualquiera que por una de estas tres vías se dirija al mar, quedará muy sorprendido de la región intermedia que lo anuncia.

Allí se ostentan el tomillo y el sérpol, la mejorana amorosa, y la salvia bendecida de nuestros padres por sus grandes virtudes. La menta que sabe á pimienta y, sobre todo, la clavellina silvestre, exhalan los finos perfumes de las especias de Oriente. Parecíame que, en medio de aquellas landas, el canto de las aves tenía más armonía que en parte alguna.

A lo largo de esos ríos divísase una ola infinita de juncos, de salcedas, de plantas diversas, las cuales, por los grados de las aguas que con ellas se mezclan convirtiéndose paulatinamente en salobres, acaban por hacerse plantas marinas. En las landas, preséntase antes del mar otro mar de hierbas duras y de corto tallo, helechos y matorrales.

La que domina las dunas es un tanto medical, emanación suave de las siemprevivas, donde parecen concentrarse todos los rayos solares y el calor de las arenas. En las landas florecen las plantas amargas, con un encanto penetrante que desentumece el cerebro y revive el corazón.

Las dos playas semicirculares de Royan y de Saint-Georges, con su fina arena, constituyen para los pies delicados el más suave paseo, que se prolonga sin cansancio por el sendero de pinos que alegran la duna con su verdor. Los magníficos promontorios que separan esas playas y las landas del interior, envían, aun á lo lejos, salutíferas emanaciones.

Lo que puedo afirmar es que el perfume agreste del país, su severa suavidad, los olores de vivificante amargura que constituyen el encanto de sus matorrales, la flora de las landas, la de los méganos, mucho han contribuido á dar animación al libro en cuestión, prestándole su sabor, que nunca desaparecerá. Los moradores están en su sitio en medio de aquella naturaleza. No son vulgares ni groseros.