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Hay ahí un drama interesante, incluso para el público de los bulevares. Nada falta, ni el fiel servidor Eumeo, ni el pastor que hace traición a su amo, ni las criadas juiciosas, ni las criadas locas. El único defecto de esta historia es que siempre nos la han servido con una traducción llena de énfasis.

Riffi, el sastrecillo de Charmes, recordó las juiciosas palabras de su mujer Sapiencia: «¡Riffi, darás lugar a que te rompan un hueso, y te lo habrás merecidoEl pobre hombre hizo promesa de un ex voto magnífico a la capilla de San León si volvía de la guerra; pero al mismo tiempo se dispuso a utilizar cuanto pudiera el gran fusil de munición.

Tornó a rechazarla por medio de un sin número de juiciosas reflexiones. A los pocos días volvió a colársele en el magín más risueña y deslumbradora que antes. Trabose entonces una verdadera batalla en el ánimo de nuestro indiano, de cuyas resultas andaba inquieto, silencioso y desvelado, sin ganas de comer, vagando por los caminos hasta bien entrada la noche.

Tan joven aún y ya era la madre de los pobres y el ejemplo de las personas juiciosas.

Los mozos se pusieron serios y quisieron salir para castigar al insolente; pero Quino, ilustre siempre por su prudencia, les previno que tal vez fuese una piedra extraviada y no dirigida á aquel sitio y que sería mejor aguardar á que secundasen. Todos escuchan con respeto estas juiciosas palabras y las aprueban. Pero el belicoso Bartolo, sediento siempre de pelea, no pudo contenerse.

Mientras D. José dejaba oír con tímida voz consideraciones prudentes y juiciosas sobre el suceso del día, Isidora pensaba que aquello de ser todos iguales y marcharse el Rey a su casa, indicaba un acontecimiento excepcional de esos que hacen época en la vida de los pueblos, y se alegró en lo íntimo de su alma, considerando que habría cataclismo, hundimiento de cosas venerables, terremoto social y desplome de antiguos colosos.

Apuradillo se vio el maestro de escuela para impugnar el nuevo argumento del boticario; pero lo impugnó al fin con razones, si no juiciosas, agudas. Por dicha, los que estaban allí presentes eran propietarios más o menos ricos, y varios de ellos habían comprado bienes de la Iglesia.

Ninguna de nosotras se atrevería a demostrarse como esa señorita alta, del pelo cortado. Al final del viaje va a resultar que somos las más juiciosas de a bordo. Era notable la ponderación de esta muchacha que administraba su sexo con el mismo tino de un comerciante que sabe ofrecer o retirar el género a tiempo para mantener su valor.

Todo lo que ves ahí no nos hubiera bastado para merendar. Y además, tranquilízate, no tenemos necesidad de matarlos a todos; ya los verás correr como conejos. No sería la primera vez. Después de haber hecho estas juiciosas reflexiones, Juan Claudio quiso ir a ver cómo se hallaba la gente. ¡Vamos! dijo al pastor.

Para un impío racionalista, tan absurdos son los retozos de Sancho con las Pléyades, como la conversación y los lances del hidalgo manchego con Montesinos, Durandarte y Belerma. ¿Por qué, para un espíritu religioso, han de ser fanáticos el doctor eximio Suarez, el glorioso Ignacio de Loyola, Melchor Cano y Domingo de Soto, y han de ser unas criaturas muy juiciosas y razonables Wiclef, Knox, Lutero y Calvino?