United States or Cambodia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Entre las primeras contaría, sin duda, el guión, insignia privativa de los capitanes generales de mar y tierra, que era un cuadrado de damasco carmesí puesto en asta de lanza, pintado en la tela un crucifijo . De estas insignias hay varios ejemplares en la Armería real, comprendiendo la que usó D. Juan de Austria, y que era semejante la del primer Almirante da las Indias, se colige por referencia de Ramusio de llevar «Una banniera nella quale era figurato il Nostro Signore Jesucristo in croce

Crece la persecucion; pero tambien crece, oh Emperador, la gloria de los soldados de Jesucristo; i lejos de que los tormentos nos retraigan de la palestra, hacen que volemos mas ligeros á ella.

Prosiguió su obra civilizadora con creciente entusiasmo. Y determinó iniciarla en los misterios de la Geografía enseñándole cuántas son las partes del mundo y las capitales de los principales países, y con más interés aún en la Historia sagrada, haciéndole aprender de memoria las grandes vicisitudes por que pasó el pueblo de Dios antes de la venida de Nuestro Señor Jesucristo.

Su magnífica copa alzábase en medio de un solar, «donde las necesidades de la población, obligarán á construir manzanas de casas; entonces caerá al golpe del hacha, como sus míseros compañerosmientras que, diremos con un ilustre escritor, la ciudad de Sevilla, indiferente al recuerdo de aquellos ciudadanos, que más honra le dieron, verá desaparecer, sin fijar en ello su atención, ese postrer vestigio de una época, en que las letras y las virtudes cívicas florecieron y fueron honradas en Andalucía; y verá caer, sin sentimiento de pena aquel testigo de los generosos esfuerzos de un hombre, que, según el docto caballero Pero Mexia, «debe ser alabado y merece que los que en esta ciudad vivimos roguemos á Dios por su ánima, la cual según fué su vida tan virtuosamente gastada en letras y en honestos exercicios, y su tan christiana y buena muerte yo creo cierto que está en la gloria de Jesucristo

Embajada de los indios Penoquís al P. Arce; invítanle á que pase á sus tierras para abrazar la ley de Jesucristo I 89 Embarque de Misioneros para las Indias II 132 Emboscadas que preparaban los indios para robar á los españoles las armas y útiles de labranza I 69 Encuentra el P. Arce los cadáveres de sus compañeros II 113

Nuestro Señor Jesucristo era considerado por el hereje que la escribiera como hombre. Le prodigaba mil irrisorias alabanzas, le manifestaba exagerada admiración, pero era para demostrar mejor su condición exclusivamente humana y deslizar el veneno de la impiedad con más fruto.

Este modo de predicar el Evangelio, es indigno de hombres que se llaman cristianos; porque á él se opuso Jesucristo. Llevar la religion á los entendimientos de los mortales en la punta de la espada quede para Mahoma, i para los que prediquen falsedades.

Y á mas de las escuelas humanas habia la del Hombre-Dios, la Iglesia de Jesucristo, que entre sus dogmas sobrenaturales conservaba tambien las verdades naturales, que esfuerzos insensatos se empeñaban en hacer olvidar. Invencion con respecto á Dios, al espíritu humano, y á la moral, no la hay; todo lo que se diga de verdad, estaba dicho ya.

Quejeme amorosamente á mi Señor Jesucristo y á su Santísima Madre, diciendo: » Bien conozco, Señor, que mis pecados merecen esto y mucho más; pero, mirad, Señor, por vuestra gloria; no digan los infieles que los cristianos tienen un Dios que no tiene entrañas de compasión con aquellos que le adoran: Ne dicat gentes ¿ubi est Deus eorum?

Obras, hermanos en Jesucristo, es mi divisa; «por sus obras los conoceréis» y ahí están las mías, que todos pueden juzgar a la luz del día. Y, al decir esto, el señor Tomás, gesticulando y haciendo extrañas muecas, miraba fijamente hacia una puerta abierta que daba a la terraza, atestada hacía poco de criados mirones y convertida ahora en escena de un tumulto infernal.