United States or Timor-Leste ? Vote for the TOP Country of the Week !


Yo me sentí acongojada y aturdida, empecé a llorar y pedí ardientemente a lord Gray que me llevase otra vez a mi casa. »Quiso consolarme; el sentimiento del honor se encendió en con inusitada fuerza, y la vergüenza me inflamaba el alma como momentos antes la pasión. Deseé la muerte y busqué un arma para extinguir mi vida; lord Gray fingió enojarse o se enojó realmente.

En cuanto se levantó comenzó a hacer sus preparativos de tocado, aunque la ceremonia nupcial no había de celebrarse hasta la tarde en su propia casa. Se hizo venir para que la peinase a Mr. Gaston, famoso peluquero de la corte, y acudieron a adornarla dos oficialas de Mme. Verlet, la gran modista. No se perdonó gasto alguno para que la ceremonia se celebrase con inusitada pompa y suntuosidad.

Judit, que estaba allí cerca, y a quien la madre no podía encontrar, conversaba con un joven de sombrero gacho, levita negra de lustrina y pantalón blanco almidonado, sin guardar distancias, es decir, unida a él por una proximidad inusitada. ¡Ay, mi hija, mi hija! ¿dónde está mi hija? ¡Se me ha perdido mi hija! ¡Judit, Judiiit! exclamaba la señora prolongando el grito.

Ningún hombre puede llevar por mucho tiempo, por decirlo así, dos rostros: uno en público y otro frente á frente de su conciencia, sin que al fin llegue á no saber cuál es el verdadero. La agitación que experimentó el Sr. Dimmesdale al regresar de su entrevista con Ester, le comunicó una energía física inusitada, y le hizo caminar hacia la población con rápido paso.

Conocía también ya que la señora de Aymaret tuvo aquella mañana y en hora inusitada cierta misteriosa entrevista con Beatriz; así, pues, relacionando estos tres incidentes y atando cabos, vino a caer en la cuenta de lo que pasaba, creyendo comprender que una parte de sus sospechas habíanse realizado, aunque sin poder discernir con claridad cuál había sido el resultado; era de entera evidencia para la señora de Montauron que su sobrino había dado un paso decisivo cerca de Beatriz... Pero, ¿con qué éxito?; lo ignoraba, y el averiguarlo era indispensable, por cuanto si el anonadamiento visible de su sobrino podía significar que había sufrido una negativa, pudiera argüir también que, hallándose al cabo por obra de Beatriz de la oposición y amenazas de su tía, meditaba el marqués sobre esos textos.

Doña Agustina estaba tan satisfecha de aquella inusitada distinción y tan agradecida y sumisa a doña Inés, que sin dificultad recibiera en su corazón, como la blanda cera recibe el sello, el nombre, la imagen y el afecto de la persona que doña Inés quisiese grabar en él.

Doña Blanca procedió, pues, con inusitada blandura y exquisita prudencia; pero sin desmentir su carácter y sin faltar á su más importante propósito. No contenta con estar persuadida de la firme resolución que tenía Clara de tomar el velo, hízola prometer que profesaría. Y esto de suerte que la promesa no pareció arrancada por instigación de Doña Blanca, sino á su despecho.

En el rostro de todas, hasta de Zoraida, había una animación inusitada. Julio escuchaba y casi no tomaba parte en la conversación. Miraba siempre a la que hablaba, pero su actitud se parecía a la de alguien que estuviera completamente solo. Aquella velada terminó con un episodio extraño, que dejó en el espíritu de Adriana un ancho rastro de pena.

Mas, cuando uno llega solo, la conversación con el mar y la noble sociedad de aquel gran solitario no dejan de producir cierta tristeza. En las primeras visitas que hacemos á la playa, la impresión que nos causa es poco favorable: la hallamos monótona, agreste, árida. La inusitada grandeza del espectáculo nos hace sentir, por contraste, nuestra debilidad y pequeñez: el corazón se oprime.

Interpelado, acusado con tan desmedida audacia y con tan ruda serenidad, el P. Jacinto sacó fuerzas de flaqueza; puso á un lado la causa de su inusitada timidez, que era sólo el recelo de perjudicar los intereses de Clara y de su amigo y antiguo discípulo, y, ya libre de estorbos, contestó tan enérgica y sabiamente, que su contestación, la réplica á que dió lugar y todo el resto del diálogo tomaron un carácter distinto y solemne, por donde merecen capítulo aparte, el cual será de los más importantes de esta historia.