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Fuera del kilómetro cúbico está para mis silfos lo infinito, desconocido e insondable. Viven en una hora; pero su inteligencia es tan rápida y tan sutil, que en esta hora tienen tiempo de sobra para instruirse, enamorarse, propagarse, seguir una carrera, elevarse a las más altas posiciones, legar un nombre ilustre a su legítima prole, y hasta cansarse de la vida y apelar al suicidio.

Se dice que Diego de la Barrera fué el primer maestro que tuvo el artista, quien, en un principio, se dedicó á pintar en sarga, y deseando luego encontrar más ancho campo para realizar sus aspiraciones, y para instruirse bajo la dirección de los grandes maestros del renacimiento italiano, á la edad de veintiún años partió de Sevilla.

Si á todas estas dotes hubiera añadido un buen juicio, y una constante aplicacion en instruirse con el estudio, hubiera podido igualarse con los mas aventajados Filósofos de la antigüedad. Sus escritos principales son: las Meditaciones, la disertacion del Método, el tratado de las Pasiones, y los Principios de la Filosofía.

Este órden, que deberá precisamente guardar conformidad con los pactos que se estipulan, alejará las desconfianzas que siempre tienen los indios de ser atacados, y al paso que se afirma la poblacion, se reconoce topograficamente el terreno que se le asigne por jurisdiccion; se ubican los que deben repartirse á los propietarios, se observan sus cualidades, feracidades y proporciones, con todos los demas ramos que puedan serles peculiares en su cultivo: y al mismo tiempo que se emplea la policía en el órden, ornato, moralidad y padron de los pueblos, con lo material de su formacion, se levantan los planos geográficos, esféricos y topográficos, y señaladamente el que corresponda del fuerte á la arquitectura militar, con cuyas copias originales debe instruirse al Gobierno Superior, para que á un golpe de vista registre y pueda conocer el adelanto que hubiere: de otro modo obraremos informemente, cometiendo, ó aumentando errores á los que tenemos en nuestras poblaciones.

Con estas prevenciones, y con un conocimiento suficiente de las Artes y Ciencias puede hacerse el viage con provecho, deteniéndose en los lugares, donde pueda instruirse el tiempo necesario para enterarse de las cosas importantes de cada Pais.

Salvatierra admiraba la fe de este joven que se creía poseedor del remedio para todos los males sufridos por la inmensa horda de la miseria. ¡Instruirse! ¡Ser hombres!... Los explotadores eran unos cuantos miles y los esclavos centenares de millones.

Apenas güerve del trabajo, ya está pluma en mano jaciendo palotes. Salvatierra se aproximó al Maestrico, y éste volvió la cabeza para mirarle, suspendiendo un instante su tarea. Expresábase con cierta amargura al explicar su deseo de instruirse, quitando horas a su sueño y su descanso.

Sinembargo, es fuerza reconocer que hasta ahora no se ha ensayado el sistema mixto que puede convenir mas: el de la libertad unida al estímulo; régimen reducido á estos principios: que el Estado ó el municipio busque al ignorante, donde quiera que se halle, y le ofrezca los medios de instruirse; que el ignorante sea libre de aceptar ó no la enseñanza que se le ofrece, y todo el mundo libre de enseñar ó aprender privada ó públicamente, sin reglamentos de la autoridad; pero que la ley le niegue al ignorante el derecho de intervenir en la direccion de los negocios públicos, puesto que la sociedad tiene el derecho de ser bien gobernada.

D. Peregrín Casanova, queriendo sin duda demostrar que no guardaba rencor alguno a Osuna por la escena de la iluminación, seguía opinando que debía instruirse expediente gubernativo. Hacía ya mucho tiempo que estaban reconciliados. En Peñascosa los particulares se injurian públicamente, se llaman canallas, miserables, etc., etc., y a los ocho días se les vuelve a ver juntos tomando café.

Bonifacio Reyes había cursado en el Instituto provincial los primeros años de filosofía, pero sin llegar a bachiller; mas su ciencia no provenía de ahí, sino de lo que ya va dicho, de un gran prurito que, ya de viejo, le había entrado de instruirse, y no sólo por completar su educación, sino porque como antes había soñado con ser padre, la gran dignidad que atribuía a este sacerdocio le había parecido merecer un plan, todo un plan de estudios serios y profundos, que pudieran servir en su día de alimento espiritual al hijo de sus entrañas y de las entrañas de su mujer.