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Hacian 10 años, que se esperimentaba un total atraso en las labores de minas; de modo que en la actualidad no habia una sola que llevase formal trabajo, ni pudiese rendir á su dueño lo necesario para su conservacion y giro, siendo lo único que sostenia el vecindario: cuya total decadencia puso á sus mineros en tan lamentable constitucion, que los que se contaban por principales, y en otros tiempos poseian agigantados caudales, como eran los Rodriguez, Herrera, Galleguillos y otros, se hallaban en un estado de inopia, descubiertos en muchos miles, así al Rey, como con otros particulares, sin poderlos pagar, ni seguir el trabajo de sus labores, por falta de medios.

En ningún país se puede decir con más verdad que en España, que no se sabe dónde se va el dinero. En parte alguna. ¿En qué gastamos las riquezas de América? ¿En qué empleamos el botin de los pueblos subyugados? La inopia nos trabajaba entonces tanto o más que en el día, y la inopia nos humilló y nos hizo bajar de la altura en que nos habíamos puesto.

En nuestro país hay mucho desabrimiento, muchísimo mal humor, y un disgusto enorme. Y no hay que rastrear demasiado, ni que sumirse en oscuras profundidades para desentrañar la causa. La causa es que donde no hay harina, todo es mohína. El mal, fundamento de todos los males, es entre nosotros la escasez de dinero, o para valernos de término más comprensivo, la penuria o la inopia.

De todos modos, su Silvestre Paradox, aunque tan hundido en el charco impuro de la realidad y casi ahogándose en él, nos es muy simpático por su risueño estoicismo, por su desenfado y por el buen humor que nunca le abandona en medio de su inopia incorregible, cuitas y apuros. NOVELA POR JOS

Adversa, porque en las riñas mediaban apuestas, y como Apolonio perdía siempre, se le iba desnivelando el presupuesto mucho más de lo prudente. Apolonio no paraba atención en los descalabros económicos mientras su actividad pública, como gallero, le sirviera para ensanchar la nombradía; prefería la ruina y la inopia a la oscuridad.