United States or Venezuela ? Vote for the TOP Country of the Week !


Ahora, si se quieren remedios más suaves, también los hallaremos en la Escritura. Meditó un instante y continuó: Oigamos al profeta Osseas sobre la tribu idólatra de Efraim: «Dales a éstos, Señor... ¿Qué les darás a éstos? Dales vientres sin hijos y tetas enjutasRecapacitemos esta inspirada sentencia.

El rubor coloró el semblante de doña Luz, quien no acertó a disimular con su amiga íntima el contento y la satisfacción de amor propio que aquello le causaba. ¿Qué recado, qué embajada me traes? ¿Es alguna burla tuya, o de D. Jaime Pimentel? Nada de burla. Esto va de veras y muy de veras. Don Jaime te idolatra.

No me atrevo á jurarlo, porque me tenéis tan presa el alma y os teme tanto, que no sabe por dónde escaparse. Siempre que no me habléis de amor... ya sabéis donde vivo. Me aprovecharé de vuestra buena oferta, y me contentaré con adoraros en éxtasis. Es que yo no quiero veros idólatra. Pero dejando esta conversación, que os lo aseguro, me disgusta, ¿á dónde íbais por aquí?

Maximiliano te abrirá los brazos. ¿No ves que es como , un apasionado, un sentimental? Te idolatra, y los que aman así, con esa locura, se pirran por perdonar. ¡Ah, perdonar! Todo lo que sea rasgos les vuelve locos de gusto. déjate querer, grandísima tonta, y hazte cargo de que se te presenta un ancho horizonte de vida... si lo sabes aprovechar».

Adora á un ídolo, á fin de que ese ídolo agradecido se convierta en idólatra suyo. Por eso es generoso á su manera; es generoso efectivamente, espléndido y hospitalario; da como nadie, porque da como gana, y nadie gana como él; da, no se lo niego, no debo negárselo; pero da con su cuenta y razon.

De modo, que hicieron muy buenas migas la niña cristiana con su dorada cruz colgando de su blanca garganta, y el amarillo idólatra, con su horrible deidad de porcelana escondido en las profundidades de su vestidura.

Toribio Granda idolatra á Miguel Ramos como la madre quiere á su hijo, y le admira sinceramente y le gruñe sin cesar, y sufre más que él, que es cuanto se puede decir, la noche en que estrenan alguna obra, obra que la noche del estreno es tan de Toribio como de Miguel; que tiene tanta influencia sobre Ramos, que, á veces, hasta le hace trabajar.

Urbási, desde que llegó a ser núbil, se sintió atormentada por amor sin objeto; pero no sin objeto, sino por objeto a su ver imaginario, que columbraba su mente en la vaga penumbra de confusos recuerdos, en las casi borradas impresiones que anteriores existencias acaso han dejado en el alma. Antes de que te viese, Urbási te amaba. Te vio, y fuiste su salvador. En el día, Urbási te idolatra.

No le causaba vergüenza el decirle al otro que le idolatraba, así, así, clarito... al pan pan y al vino vino... ni preguntarle a cada momento si era verdad que él también estaba hecho un idólatra y que lo estaría hasta el día del Juicio final.

¿Qué Juan ha de ser?... ¡Como si hubiese muchos Juanes!... Juan Gallardo. ¡Pero hombre! le decían algunos . ¡Ni que os acostaseis juntos!... ¿Eres , acaso, el que va a casarse con él? Porque no querrá contestaba rotundamente don José, con un fervor de idólatra.