United States or Mozambique ? Vote for the TOP Country of the Week !


Y con desdén que tenía algo de lástima, hubo de soltar su presa, que cayó inerte a un lado del camino, en una especie de hoyo o surco.

Sin enojo oyó Morsamor las amonestaciones de Tiburcio, pero no atendió a sus consejos y siguió pretendiendo y rindiendo culto a doña Sol de Quiñones. En las justas figuró con brillantez y lució la empresa que él mismo nos ha descrito. Hubo en palacio otra magnífica fiesta.

Parecía que hubiese encontrado en las pupilas del español un reflejo de su propio interior. Tuvo el presentimiento Robledo de que se acordaría siempre de esta mirada rápida. Apenas se conocían los dos, y sin embargo hubo en los ojos de este hombre una expresión de abandono fraternal, como si le librase toda su alma durante un segundo.

En agosto hubo ocho toros en la plaza de San Francisco que fueron de don Bartolomé de la Puebla, jurado de Sevilla, en 25 ducados cada uno. Hubo fiestas de toros en la plaza de San Francisco y se levantó un tablado delante de las casas del Cabildo para que las presenciase la señora Marquesa de Montesclaros.

9 Y dio al rey ciento veinte talentos de oro, y gran copia de especiería, y piedras preciosas; nunca hubo tal especiería como la que dio la reina de Sabá al rey Salomón. 10 También los siervos de Hiram y los siervos de Salomón, que habían traído el oro de Ofir, trajeron madera de brasil, y piedras preciosas.

Hubo quien votó por Chinchón, y hubo quien votó por Villalegre: pero, como cada cual bebió por lo menos segunda copa del aguardiente que le pareció mejor, el resultado vino a ser que salieron a tres o a cuatro copas por barba. Todo fue luego regocijo y afecto mutuo, y quedó demostrado que ambos aguardientes eran altruistas y estaban dotados de igual espíritu sociológico.

Hubo en la antigüedad altares para los «dioses ignorados». Consagrad una parte de vuestra alma al porvenir desconocido. A medida que las sociedades avanzan, el pensamiento del porvenir entra por mayor parte como uno de los factores de su evolución y una de las inspiraciones de sus obras.

Mas esta controversia nada hace á nuestro asunto, puesto que solo intentamos manifestar, que los Filósofos Gentiles anteriores á Jesu-Christo no se metieron en estas averiguaciones. En los primeros siglos de la Iglesia que hubo muchos impugnadores, y contradictores de la Divinidad de las Escrituras Sagradas.

Pero una vez hallado el desafío, se apresuraron los reyes y los pueblos, visto que era cosa buena, a erigirlo en ley, y por espacio de muchos siglos no hubo entre caballeros otra forma de enjuiciar y sentenciar el combate. El muerto, el caído, era el culpable siempre en aquellos tiempos; la cosa no ha cambiado por cierto.

Hubo un momento en que, comparándola mentalmente con la garbosa hembra que tenía delante, resultó de esta comparación que la primera no pasaba de muchacha vivarachuela y graciosilla, en tanto que la segunda era mujer formada y en plena madurez de belleza. Vamos, dígamelo usted claro. ¿Ha venido usted a preguntarme por aquélla, o a verme a ?