United States or Bahamas ? Vote for the TOP Country of the Week !


En cumplimiento de dicho acuerdo, marchéme sigilosamente de Hong-kong, el dia 7 de Abril, embarcándome en el Taisan, y pasando por Saigón fuí á parar con la mayor reserva á Singapore, llegando á este puerto en el Eridan el 21 de dicho mes, hospedándome en casa de un paisano nuestro.

Pratt, quien me notició que la guerra entre España y Estados Unidos estaba declarada, y por tanto, que era necesario me marchára á Hong-kong en el primer vapor, para reunirme con el Almirante Dewey que se hallaba con su escuadra en «Mirs bay», puerto de China; también recomendóme Mr.

Hace cinco años á la fecha en que escribimos, el 21 de Setiembre de 1867, si mal no recordamos, salió del puerto de Hong-Kong con rumbo á Manila el vapor español Malespina. En el Malespina venía un numeroso pasaje. El vijía del Corregidor esperó en vano un día y otro día tenerlo á la vista. ¡El Malespina no se descubría! Pasaron más días y la intranquilidad creció de punto.

Mac-Kinley había seguido con nosotros los filipinos, sacrificando despiadadamente á sus inmoderadas ambiciones, el honor del almirante Dewey, exponiendo á este digno caballero é ilustre vencedor de la escuadra española, al ridículo universal, pues no otra deducción se puede hacer del hecho de que, á mediados del mes de Mayo de 1898, el Mac-Cullock, vapor de guerra de los Estados Unidos, me trajera, con mis compañeros revolucionarios, de Hong-kong por órden del mencionado almirante, y esté hoy dedicado á bombardear los puertos y poblados de la misma revolución, cuyo lema es la libertad y la Independencia.

Murió en Hong-kong, dejando algunos trabajos inéditos, que el autor de estas líneas le vió escribir en una temporada que vivieron juntos. La tarde que llegué á Majayjay y en la que por primera vez hablé al Sr. Tóbler, se concertó que á la madrugada siguiente visitaríamos la cascada.

Replicó el Cónsul que me ayudaría para hacer la expedición de armas que yo tenía proyectada en Hong-kong; pues telegrafiaría enseguida al Almirante Dewey lo convenido, para que por su parte prestára su auxilio á la citada expedición. El día 26 de Abril se llevó á cabo la última conferencia en el Consulado americano, á donde fuí invitado por Mr.

Luego que hube tomado pasaje en el vapor Malacca volví á despedirme del Cónsul Pratt, quien aseguró, que antes de entrar en el Puerto de Hong-kong me recibiría secretamente una lancha de la escuadra americana con el fin de evitar la publicidad, sigilo que también yo lo deseaba. Partí para Hong-kong en dicho vapor las 4 de la tarde del mismo dia 26.

Mac-Kinley, enviando tropas y más tropas á Manila despues de celebrado el armisticio y aún la paz con España; cuando reflexionaron que había ido retardando el envío de la Comisión civil para ajustar con los filipinos el tratado amistoso; cuando conocieron los antecedentes de mi alianza con el almirante Dewey, preparada y arreglada por los cónsules Pratt y Wildman de Singapoore y de Hong-kong; cuando se enteraron del verdadero estado de las cosas en Filipinas el día 4 de Febrero, sabiendo que los filipinos esperaban la contestación de Mr.

El 15 del mismo mes volvió de nuevo el Mac-Cullock que trajo la órden de trasladarme á Manila con mis compañeros, habiendo sido inmediatamente notificado del embarque por el Cónsul Wildman, y á las diez de la noche del dia 16 en el pantalan City Hall, de Hong-kong, acompañado del mismo, en unión del Comandante de la cañonera y de Mr.

Le expuse también que antes de salir de Hong-kong, la colonia filipina había celebrado una junta en que se deliberó y discutió la posibilidad de que, después de vencer á los Españoles, los Filipinos tuvieran una guerra con los Americanos por negarse á reconocer nuestra Independencia, seguros de vencer por hallarnos cansados y pobres de municiones gastadas en la guerra contra los Españoles; suplicándole dispensase mi franqueza.