United States or North Korea ? Vote for the TOP Country of the Week !


Sea lo que Dios quisiere de esta desventurada, que no sabía hasta qué punto de nadie conocido podía llegar su desventura. Pues qué, ¿no te basta haber envuelto en las malas redes de tus palabras traidoras, de tus engaños homicidas, a una triste que has encontrado en el mayor de los desconsuelos y en la más miserable de las orfandades?

27 A los hijos de Gersón de las familias de los levitas, dieron la villa de refugio para los homicidas, de la media tribu de Manasés; a Golán en Basán con sus ejidos, y a Bosra con sus ejidos: dos villas. 28 Y de la tribu de Isacar, a Cisón con sus ejidos, a Daberat con sus ejidos, 29 a Jarmut con sus ejidos, y a En-ganim con sus ejidos, cuatro villas.

Cuando al cabo algunos fugitivos vinieron á refugiarse bajo el hórreo y pudiste cerciorarte de que la bulla no era niñería, con terrible calma cubriste tu cabeza con la montera, pediste otro vaso de sidra, lo bebiste y después de haberte limpiado repetidas veces los labios con el dorso de la mano dijiste con sosiego aterrador: «Vamos á ver lo que quieren esos pelafustanes». Y saliste arrojando miradas homicidas á todos lados.

Mis consortes tienen la culpa; en cuanto pueda, les saco el redaño. Y se erguía con la arrogancia fanfarrona de un gallo joven, estremeciéndose todo su cuerpo linfático y desmedrado, con esa ruindad física de los homicidas por instinto. Maltrana comprendió que sus palabras no causarían efecto alguno en el muchacho. Había hecho mucho camino cuesta abajo durante el tiempo que no le veía.

8 Mas a los temerosos, e incrédulos, a los abominables, y homicidas, a los fornicarios y hechiceros, y a los idólatras, y a todos los mentirosos, su parte será en el lago ardiendo de fuego y de azufre, que es la muerte segunda.

Ave María, que Dios nos guarde respondieron los dos frailes que oprimían al barbero con toda su rotundidad monacal y que comprendieron, por sus movimientos bruscos y agitados que aquél buscaba su cuchillo . En nombre del Cielo, ¡no haga usted eso, hijo mío! ¿No comprende que sería un homicidio? Pero, padres míos, los homicidas son ustedes... ¿no comprenden que me están ahogando? ¡Por Cristo!

Estás aquí por ladrón. ¿Sabes lo que es eso, Pepín? ¿No conoces lo que nos afrenta a todos? ¿No comprendes que vas a matar a tu pobre padre?... El Barrabás abandonó su inmovilidad y miró con ojos hostiles, homicidas, a los que estaban plantados algunas puertas más allá. Estoy aquí dijo con voz ronca por esos voceras, que se han chivado, contándoselo todo al juez.

D.ª María Rodríguez de Monroy no lloró sobre los cadáveres de sus hijos: nada dispuso acerca de su sepultura: silenciosa, sombría, fingiendo temer por , salió acompañada de criados y escuderos para su lugar de Villalba; pero á la mitad del camino les anunció resueltamente que no era fuga, sino venganza lo que meditaba; y asociándolos con terrible juramento á su plan, los condujo á Portugal, donde se habían amparado los homicidas.

El estanciero don Juan Manuel Rosas, antes de ser hombre público, había hecho de su residencia una especie de asilo para los homicidas, sin que jamás consintiese en su servicio a los ladrones; preferencias que se explicarían fácilmente por su carácter de gaucho propietario, si su conducta posterior no hubiese revelado afinidades que han llenado de espanto el mundo.

21 Y les dieron a Siquem, villa de refugio para los homicidas, con sus ejidos, en el monte de Efraín; y a Gezer con sus ejidos. 22 Y a Kibsaim con sus ejidos, y a Bet-horón con sus ejidos: cuatro villas: 23 Y de la tribu de Dan a Elteque con sus ejidos, a Gibetón con sus ejidos, 24 a Ajalón con sus ejidos, a Gat-rimón con sus ejidos: cuatro villas: