United States or Åland ? Vote for the TOP Country of the Week !


No llores dijo apeándole otra vez el tratamiento , no llores, regocijate, porque has vencido. ¡Qué mucho, si representas la ilusión más cara al hombre, la ilusión única que vale cien realidades, la ilusión que sólo se disipa en el regazo de la muerte! ¡La más tenaz e invencible de cuantas la naturaleza dispone para adherirnos a la vida y conservar nuestra especie! Escúchame.

Fuera del tío Goro, que por su cualidad de hombre letrado se creía en el caso de opinar siempre como el párroco y el capitán de Entralgo, apenas quedaba un individuo del sexo masculino que no se hallase excitado por la idea de enriquecerse.

Este distinguido funcionario puso sus condiciones, y aunque excesivas, no asustaron a madama Norton, que sabía se trataba de un hombre de verdadero mérito; mas él, antes de decidirse, pidió permiso para telegrafiar a New-York pidiendo informes, y como la respuesta fuera favorable, aceptó.

Ben-Tovit se detenía entonces un instante para escucharlos; pero ponía luego cara de pocos amigos, hería iracundo el suelo con el pie y echaba a los niños; aunque era un hombre de buen corazón y aunque amaba a sus hijos, se enojaba con ellos, lleno de fastidio, al oír aquellas naderías.

Ya no será un hombre que nada tiene laudable; sino una persona que dotada de mucho bueno, está sujeta á lo malo.

Si no fuese así, antes que consentir en ese matrimonio, me harían primero pedazos... La infamia que contigo ha usado ese hombre, me lo hace aborrecible ya para toda la vida... ¡, , para toda la vida! añadió con acento iracundo. Cecilia no respondió. Cruzadas las manos sobre el regazo, y la cabeza inclinada sobre el pecho, miraba al suelo con ojos atónitos.

Por primera vez sentía brotar en el fondo del alma la soberbia: un mal impulso era precursor del más noble sentimiento; que así a veces, en el espíritu del hombre, como en la vida de la Naturaleza, precede la sombra al esplendor del día.

Ni mucho menos, Amaury; antes bien, la recuerdo con todos sus detalles y como no conoces éstos, me permitirás que te los cuente para que sepas hasta dónde llegan tus culpas para con tu amigo Felipe. Pero, hombre, ¿habrás sido capaz de venir a provocarme a un duelo retrospectivo? ¡Qué disparate!

Y con facilidad maravillosa iba copiando, en distintos caracteres de letras, esta frase tan extraña y tan equívoca, que parecía ser reflejo de esa idea íntima, ese pensamiento oculto que jamás se formula y es, sin embargo, el primero que se apresura a estampar todo hombre cuando algo que escribe y algo en que se puede escribir le invitan a solas a trazar allí un concepto.

El auto de la Muerte de Abdonias, por ejemplo, y el de los Desposorios de Moisén, ofrecen una dramatización sencilla de asuntos bíblicos, y al contrario, en la farsa Sacramental llamada Desafío del hombre, encontramos personajes alegóricos, como Lucifer, el Orgullo, la Mentira, la Sencillez, el Angel de la guarda, la Iglesia, la Oración y el Arrepentimiento.