United States or Ireland ? Vote for the TOP Country of the Week !


Me irritó la maldad de mi amigo, me indignó su hipocresía; pero no había remedio, no le había, era justo que agradeciera yo a mi condiscípulo defensa tan brillante.

No es decir que en los demás países no se caiga en ridículo; más para este ridículo hay una risa: aquí no se rien. Y cuidado que no se dejan de reir por hipocresía ó por estudio, sino porque creen de buena fe que el asunto no merece reirse; porque están patrióticamente convencidos de que no puede haber cosa ridícula, siendo cosa francesa.

En Viena, no obstante dominar casi exclusivamente la religion católica, tienen tambien la buena suerte de tolerar las demas: hay templos para todos los cultos, y colocados unos en frente de otros, no hay indiferencia ni hipocresía.

Engañado por su aparente santidad, jamás creí que tuviera tan ciega pasión por un hombre. Su hipocresía es superior a todo lo que puede concebirse. Ha aprendido a disimular con tal arte sus sentimientos, que todos se engañan respecto a ella. Para decírtelo todo de una vez, Inés, yo creí que la que amaba a lord Gray eras . Todos, incluso Amaranta, creían lo mismo. Ya lo .

No veo, no hallo la verdadera y única moralidad. Hallo y veo una virtud que es virtud mientras que ve un castigo; que puede ser vicio, que lo es frecuentemente, cuando se ve sola, léjos de la ley y de su pena, léjos de la opinion y de su fama; una virtud que obra bien, siempre que no puede obrar mal impunemente. Hallo y veo una hábil hipocresía. Hallo y veo un egoismo sábio.

La rigidez no tiene otro resultado que el de exasperar los ánimos, haciéndoles dudar y burlarse, aunque sólo sea en sueños, de la hipocresía farisaica que ahora se usa. Véase, si no, el sueño que ha tenido un amigo nuestro, y que trasladamos aquí íntegro, cuando no para recreo, para instrucción de los lectores.

¡Hipocresía! ¡Refinamiento de maldad! interrumpió D. Fadrique. ¿Y V. no la ha amenazado con mi venganza? ¿No le ha dicho V. que estoy determinado á todo; que le arrancaré la máscara; que se acordará de ; que la burla que de hace no quedará sin afrentoso castigo?

Y él había asentido. ¿Por qué había asentido? ¿No había sido sincero en ese momento? Y si la había dado sinceramente la razón; si había acogido sin segunda intención su precepto, ¿no debía perdonar en ese trance? Al no perdonar era porque entonces no había sido sincero: ¡había fingido para ganársela, para vencerla! ¿De qué debía acusarse: de la pasada hipocresía o de la debilidad presente?

Amor no era; el Magistral no creía en una pasión especial, en un sentimiento puro y noble que se pudiera llamar amor; esto era cosa de novelistas y poetas, y la hipocresía del pecado había recurrido a esa palabra santificante para disfrazar muchas de las mil formas de la lujuria. Lo que él sentía no era lujuria; no le remordía la conciencia.

En aquella edad, pensar así en España y en sus dominios ya hemos dicho que era expuesto; pero D. Fadrique tenía el don de la mesura y del tino, y sin hipocresía lograba no chocar ni lastimar opiniones ó creencias.