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De este rápido hermanar en su imaginación la propia miseria con la riqueza del aborrecido don Juan, brotó en su lóbrego y envidioso pensamiento una llamarada de odio y venganza. La desgracia le hizo mal filósofo, y la mala filosofía le trastornó el seso. Sin hacer caso de Carola, siguió monologueando tristemente: «..., esto se acaba... por culpa de ese tuno. Y podría reventarle de mil modos.

Nadie como él me parece, entre los modernos, dueño de ese arte de «enseñar con gracia», que Anatole France considera divino. Nadie ha acertado como él a hermanar, con la ironía, la piedad. Aun en el rigor del análisis, sabe poner la unción del sacerdote. Aun cuando enseña a dudar, su suavidad exquisita tiende una onda balsámica sobre la duda.

Conciliar la claridad con la profundidad, hermanar la sencillez con la combinacion, conducir por camino llano y amaestrar al propio tiempo en andar por senderos escabrosos, mostrando las angostas y enmarañadas veredas por donde pasaron los primeros inventores, inspirar vivo entusiasmo, despertar en el talento la conciencia de las propias fuerzas, sin dañarle con temeraria presuncion, aquí las atribuciones del profesor que considera la enseñanza elemental no como fruto, sino como semilla.

El hombre mientras pueda no ha de gobernarse por opiniones, y debe aspirar á la demostracion, para esto es menester que se instruya en los principios fundamentales del saber, que procure conocer las cosas, y formar difiniciones, y divisiones de ellas, que trabaje en descubrir sus causas, y en distinguirlas por sus propios signos, y así de grado en grado ir caminando hasta hermanar sus conceptos con las verdades primitivas.

Al sentimiento de venganza, que brotaba expontaneamente de todos los corazones, quiso Tupac-Amaru hermanar otro que lo afirmase y ennobleciese.

Y si como dice, y dice muy bien la exposición que precede á los actuales presupuestos de Filipinas, que allí «la producción, como la industria y comercio exigen protección grande para adquirir la virilidad que necesitan para consolidarse y entrar en el concurso general en condiciones de posible competenciaentiendo que para que esa gran protección sea una verdad en cuanto á uno de los elementos más fuertes de la producción, de la industria y del comercio, se hace preciso en primer término hermanar en cuanto sea posible los reglamentos especiales que se refieren á los chinos con todas aquellas evoluciones que necesariamente ha de llevar á Filipinas la sustancialidad del art. 1.° de la Constitución española.