United States or Malaysia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Tenía un carrillo cortado por la cicatriz de una cornada, y esta señal considerábala el Zapaterín como algo muy superior a su herida invisible.

Una herida... Oiga usted, mujerzuela, ahora mismo va usted a la cárcel... ¡Eh!, llamar a una pareja. La Fenelón estaba como desmayada, y sus alumnas le desabrocharon el vestido para aflojarle el corsé.

Tras el capellán salió también su acólito, y mientras los dos arreglaban a la Dura, las monjas, viendo sojuzgado al enemigo, arriesgáronse a bajar y acudieron a Guillermina, que con el pañuelo se restañaba la sangre de su leve herida.

Ahí organizó la rebelion que la hizo triunfar de un monarca, encerrado en las Tullerías. Ahí, en medio de esa sala del trono, en donde una crísis turbulenta arrancó á un monarca de su palacio, cayó herida y exánime la revolucion con Robespierre en el memorable dia 9 de Thermidor.

Tu reloj... Si no recuerdo mal, está en treinta duros. ¿Pero qué te pasa hoy? ¿Vas a sacar todo? ¿A sacar? repitió Isidora, herida por aquella ironía como por un porrazo. ¿Qué cálculos haces?». Isidora se auxiliaba de sus dedos para calcular. La tersura y fineza de aquellas extremidades de sus manos indicaban no estar ocupadas ya más que en trabajos matemáticos.

La herida de la cabeza de la niña, era leve, pero profunda y grave la de la mano. Mustafá tenía casi roto un hueso. Amparo se vio obligada a quedarse en casa. Dos horas después, cuando estuvo más tranquila, la dije: No puedes volver a vivir con esa infame. ¡Oh! ¡Dios mío! ¡no! ¡imposible! No puedes vivir tampoco conmigo. No, no; de ningún modo. Tampoco puedes vivir sola. ¡Dios mío! ¿y qué hacer?

La muchedumbre sin armas, herida á mansalva desde aquella altura, rugía impotente, y en un arranque de desesperación, intentó arrojarse al asalto del templo, pero tropezó con un obstáculo que acababa de interponerse entre los dos bandos, una barrera azul y roja en la que brillaban cañones de fusil y correajes lustrosos.

Era de mi padre: yo lo heredo. ¿Qué tienes que ver con esto? Dame ese dinero. Paz vió á Salomé cerca de . Alzó su brazo derecho y sacudió con poderoso empuje la mano contra la cara de su sobrina, dándole un bofetón tan fuerte, que ésta cayó al suelo como herida por una maza.

Sin embargo, había una situación peor aún; la que le esperaba cuando el vil secreto se descubriera; así es que el deseo que siempre triunfaba en él de todos los demás, era alejar al desgraciado día en que tendría que soportar las consecuencias del resentimiento violento de su padre por la herida causada al orgullo de su familia, en la que tendría que renunciar quizás a aquel bienestar y a aquella dignidad hereditaria que, al fin y al cabo, era una razón para vivir, llevando consigo la incertidumbre de que estaba proscripto para siempre de la vista y de la estima de Nancy Lammeter.

Habíanselo pintado como asiento de todo error, cuando no es sino el campo de la batalla librada por el bien y el mal; de modo que al sentir herida la imaginación buscó refugio a sus dolores en la contemplación de una figura que, cruzando por su pensamiento, semejó la imagen del consuelo bajando a los infiernos del alma.