United States or Indonesia ? Vote for the TOP Country of the Week !


¡A qué, llorar una esperanza muerta, si todo ha de caer en el olvido, aunque la herida permanezca abierta! Caviteño. Médico de nota en Manila. Ejerce el profesorado. El turbión, formidable ya no ruge; ya amainaron las hórridas ventascas; y en la manigua trágica y bravía ya no vibra el tronido de las balas...

La incomodidad que esto originó y el malestar que produjo, diz que ocasionaron el que la dalaga no volviera á bajar los ojos, ni el caballero á mirar con insistente significación. Las mujeres son en todas partes lo mismo; un desprecio y una herida en el amor propio, constituyen en el sexo femenil las verdaderas heces del cáliz de la vida.

El verdadero disgusto lo tuvo cuando, a consecuencia de la proposición de Millán, entró Pepe de corrector en la imprenta: aquello de que su hermano ganara un jornal la impresionó amargamente, en parte por lo que significaba tal determinación, y más aún por vanidad herida.

Y la tercera parte de las aguas fue vuelta en Ajenjo; y muchos hombres murieron por las aguas, porque fueron hechas amargas. 12 Y el cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas; de tal manera que se oscureció la tercera parte de ellos, y no alumbraba la tercera parte del día, y lo mismo de la noche.

De lance en lance #vine a parar en casa de un autor de comedías# y con una compañía llegué a esta ciudad de Valladolid, donde en un entremés me dieron una herida que me llegó casi al fin de la vida; no pude vengarme, por estar enfrenado entonces, y después, a sangre fría, no quise; que la venganza pensada arguye crueldad y mal ánimo.

De esta suerte, con ceño adusto y vertiendo sangre de su honda herida, el espectro de Tomás Cardoso se mostraba a los ojos de Morsamor siguiendo la nave.

¡Ay! ... No verá el día que va a venir... Elena vaciló como herida del rayo y tuve que sostenerla un momento... Después se irguió, sin lágrimas, y me dijo angustiada: Si muere antes del día, no se cumplirá su deseo supremo... Usted lo ha oído; quiere morir en la fe cristiana... Lo he oído. En nombre del Cielo, Máximo, corra usted a la iglesia más próxima... Yo moví la cabeza.

Apenas estuvo restablecido de su herida, Arturo regresó a París; y aquí es, señores dijo el notario alzando la voz, donde comienzo yo a entrar en escena. El señor Conde fue a mi casa para confiarme los asuntos de la herencia, porque no se encontraba en estado de ocuparse de ellos por mismos.

Porque, no lo olvide, señor Fabrice, y ahora más que nunca habla a usted su leal amiga, no olvide que en nuestras largas sucesiones y selecciones de familia, no es únicamente la sangre la que se refina, como le decía hace un momento... es también la educación, el gusto, el tacto social... todos los sentidos, en fin, todas las facultades... De ahí esa superior distinción que le encanta en la señorita de Sardonne y que será para usted, por cierto, un grande encanto y un grande peligro... porque una complexión tan perfecta y tan exquisita, por decirlo así, se siente herida por una nada, se rebela por sólo un detalle... Créame, señor Fabrice, preste suma atención a estas nimiedades... Hay matices que parecen insignificantes, matices en los cuales usted ni siquiera se fija y que pueden parecer verdaderas monstruosidades a la señorita de Sardonne... Vaya un ejemplo... una bagatela... Usted me llama, a todo propósito, cuando me habla, señora baronesa... pues bien, esté seguro que esto crispa, los nervios de su futura esposa... porque es completamente incorrecto emplear esas dos denominaciones... o señora simplemente, o baronesa a secas... señora baronesa queda reservado o para el teatro o para la cocina... Y como ésta, mi buen señor, hay una infinidad de pequeñeces que pueden ser verdaderos escollos en su hogar de ustedes y acerca de los cuales le pondría en guardia si no temiera fatigarle.

Los diez y ocho años de Carmencita pedían lo suyo, aun en el apagado lenguaje de un cuerpo abatido y un alma herida.