United States or Eritrea ? Vote for the TOP Country of the Week !


Lo del faro de Agaña y lo del reloj es preciso ponerse serio para que lo crean; pero qué quieren ustedes, la verdad nunca puede ser más que una, y aunque las verdades respecto á Marianas, las que se saben lo son de seis á seis meses en Manila y en Madrid quizás nunca, de aquí la incredulidad que á nuestros lectores despertarán nuestras líneas. Sigamos describiendo la isla de Guajan.

En el año 1701 no había habitadas en todo el Archipiélago de Marianas más que las islas de Guajan, Rota y Saipan, y estas últimas, era tan poca su importancia y tanta su miseria, que al despoblar los españoles años después la isla de Rota, dice una crónica de aquel tiempo, literalmente lo que sigue: «La tierra es estéril, el cielo melancólico, el viento y el mar á temporadas furioso, horrible y formidable.

De las anteriores islas, solamente están habitadas, según ya dijimos, Guajan, Rota y Saipan, siendo estas dos últimas, miserables asilos en que difícilmente se refleja la escasa vida que disfruta la primera. La isla de Guajan la encuentra el navegante á los 13° 26' lat. N. y 150° 52' long.

Si á esto se agrega las varias y encontradas corrientes que los canales de coral producen, se comprenderá fácilmente lo necesario de poner la nave á la dirección de un hábil conocedor de aquellos lugares. San Luís de Apra es el puerto en que anclan todos los barcos que llegan á Guajan.

Tierra, en efecto, teníamos por el bauprés; al principio se divisó confusamente por perderse entre las brumas, luego lo que apareció como una ligera nube tomó contornos, luego se detallaron perfiles, y luego ... todo volvió á confundirse en las sombras de la noche. Estábamos á unas veinte millas de Guajan, la mayor de las islas Marianas.

Volvamos á las Marianas. El suelo de Guajan en relación con el mundo animal, tiene una verdadera especialidad digna de llamar la atención, cual es no ser conocida ninguna clase de culebras; esto da al natural una gran seguridad en la vida de campo, como asimismo hace innecesarias en los que recorren las islas ciertas precauciones propias de los países en que se crían aquellos reptiles.

Saipan quedará deshabitada tan luego puedan regresar los carolinos al suelo nativo. Como dato curioso, que habla muy alto acerca de la pobreza en que están sumidos los pocos habitantes de Rota, viniendo á explicar el por qué proyectan, como por último sucederá, el ir á Guajan, podemos citar el siguiente.

En la expresada Real cédula se prevenía al desgraciado Gobernador de Filipinas, D. Diego Salcedo, facilitara á San Vítores toda clase de recursos para establecer una misión en las islas de los Ladrones, y en efecto, y al cumplimiento de lo mandado, se construyó en el puerto de Cavite, el navío San Diego, en el cual se embarcó la misión, á la que le surgió nuevos contratiempos al ir primero á Méjico en donde el Virey interpuso nuevas dificultades, que la constancia y excitaciones del jesuíta pudieron vencer; logrando por último, gracias á su invencible tesón, arribar á la isla de Guajan el 15 de Julio de 1668, desde cuya fecha se puede conceptuar la verdadera posesión de las islas de los Ladrones á los dominios españoles, puesto que hasta entonces no hay noticias se hiciera ocupación alguna.

En la lengüeta que une los dos ensanches que forman aquellas, se eleva la ciudad de Agaña, capital del Archipiélago de Marianas. Las costas de Guajan en su general perímetro, las constituyen, multiplicados arrecifes y bancos madrepóricos que se internan mar adentro desde rocas escarpadas donde nacen.

Los anteriores males fueron venciéndose, contrarrestándose unas veces la fuerza con la fuerza, é interponiendo otras la convicción en medio de las supersticiosas creencias. No contentos los jesuítas con la aparente sumisión de la isla de Guajan, se extendieron al Norte, en donde descubrieron nuevas islas siendo las principales las nombradas Saipan y Zarpana, ó sea Rota.