United States or Laos ? Vote for the TOP Country of the Week !


Ahora que hemos conseguido el fin de nuestra vida, quiero demostraros mi agradecimiento con un legado considerable. El molino de agua de Lisck es una linda propiedad, ¿no es cierto? El molino de agua repitió el intendente . ¿Y qué hay con eso? Es una linda granja, con quince cuadras de tierra gorda. En efecto, señora; ¿qué es lo que queréis decir?

Catalina había llegado mientras tanto a la puerta de la fábrica de aserrar, y ordenó a Labarbe que dejara en el suelo un barrilillo de aguardiente, que había traído de la granja, y que fuera a buscar un cántaro a la choza del ségare. Pocos instantes después, Hullin, al acercarse a la hoguera, encontró a Materne y a sus dos hijos. Llega usted tarde le dijo el anciano cazador.

Justamente a la noche siguiente apareció en la tertulia el conde. ¿Cómo? ¿Usted por aquí? ¿Ha regresado ya de la Granja? le preguntó D. Pedro, clavándole una mirada penetrante. Definitivamente, no. Tengo el coche abajo, y me vuelvo a dormir. Se aburre usted allí, ¿verdad? le preguntó D. Cristóbal Mateo. Por el día no.

Yo lo creía a usted en la granja, Dutot, prisionero de Alicia. ¿Ha sido abandonado el paseo? Puesto que usted es tan amable que quiere interesarse por mis acciones, señorita, voy a confesarlo todo. Creo que las señoritas de Blandieres, los d'Ornay y sus amigos han pasado la tarde bajo los manzanos; pero, en verdad, no nada. Diré que me preocupo muy poco de ello.

»Y yo, al retirarme, muy avergonzado, me decía: ¡esto no es más que lo que mereces, presuntuoso! »Y he aquí que hoy, querido tío... no puedo escribirlo... Mi mano se detiene. ¡Es tal la felicidad y tan inesperada, que casi me abruma! ¡Mañana, tío, mañana te lo contaré todo! »Por la mañana tengo que ir a la granja. Volveré como a las doce, e inmediatamente haré la penosa diligencia ante mis padres.

La una se llamaba el cuarto del cardenal, porque en siglos pasados un cardenal de la familia se alojaba allí cuando venía a pasar una temporada a la Granja; otra, el salón de los retratos, porque había unos cuantos colgados; otra, la sala nueva, aunque parecía tanto y aún más vieja que las demás. Todo aquello representaba la vida íntima de una familia al través de los siglos.

»¡Oh, Magdalena! ¡amada mía! ¡Qué bien retratan su alma esas palabras! »El doctor, en lugar de reprendernos, nos colmó de besos. Aquella pobre viuda, después de obtener informes de ella, quedó colocada en la granja de Maursan, en donde hoy hay tres corazones más que ruegan a Dios por el alma de nuestra querida Magdalena.

Ahora, todavía, a pesar de haber pasado los malos tiempos y de la fortuna con tantos esfuerzos adquirida, ambos, el hombre y la mujer, eran quienes se levantaban primero en la granja. A aquella hora matutina, oía sus idas y venidas por las grandes cocinas de la planta baja, vigilando el café de los trabajadores.

La veía reinar como ama en la granja, veía en su derredor a la pequeña tropa de servidores a quienes animaba la mejor voluntad, y habría querido mostrarme más bondadosa, más caritativa aun que ella lo era, ella que ocultaba una alma de ángel bajo una apariencia humana.

Vais a ver, señor cura dijo Bettina, vais a ver cómo no he mentido, si no me moría realmente de hambre. Os prevengo que voy a devorar. Nunca me he sentado a la mesa con tanto gusto. ¡Esta comida terminará también la jornada! Estamos tan contentas mi hermana y yo, de ser dueñas del castillo, la granja, los bosques...