United States or Italy ? Vote for the TOP Country of the Week !


Las proyecciones sicológicas del delirio, por decirlo así, se erigieron y giraron desde la primera noche alrededor de un solo asunto, uno solo, pero que absorbe su vida entera. Es una obsesión prosiguió Ayestarain, una sencilla obsesión a 42°. Tiene constantemente fijos los ojos en la puerta, pero no llama a nadie.

Giraron la cabeza para ver si había entrado algún caballo en la chacra, y se doblaron de nuevo. Los fox-terriers volvieron al paso al rancho. El cachorro, erizado aún, se adelantaba y retrocedía con cortos trotes nerviosos, y supo de la experiencia de sus compañeros, que cuando una cosa va a morir, aparece antes. ¿Y cómo saben que ese que vimos no era el patrón? preguntó.

Sonó luego una palmada, después un tiro... Velarde dio un salto atroz y un alarido horrible, y árboles, montes, tierra y firmamento giraron bruscamente derrumbándose sobre él para aplastarle: cególe después una nube de sangre, luego otra negra, y después nada... nada más vio en la tierra...

El cuchillo cayó de sus manos; sus ojos giraron en sus órbitas y sus dedos quedaron rígidos; poco a poco se fueron aflojando, sus brazos cayeron a lo largo del cuerpo, sus piernas se debilitaron, y cayó estrangulado. Sus compañeros creyeron que se trataba de un fardo. ¡De rodillas, hijos míos! dijo el fraile a los contrabandistas.

Sus negros ojos, fríamente observadores, giraron con indiferencia, pasando de corrido sobre el caballero legista y descansaron, por fin, sobre las facciones más placenteras de su vecina.

El que puso esa nota lo encontraría acaso falto ya del primer fólio ó sin nombre de autor al lado de la copia de la Suma y narracion de los incas de Juan de Betánzos, encuadernada en el mismo códice L j 5, y de las mismas letras que la Relacion de la sucesion y gobierno de los incas, y con la informacion ó relacion de Hernando Santillan acerca de las leyes y gobierno de esos soberanos, y quizá con las de Polo de Ondegardo y Bravo de Sarabia, hechas en tiempo de los vireyes don Antonio de Mendoza, conde de Nieva y marqués de Cañete, á consecuencia de varias cédulas reales ordenando visitar los repartimientos y encomiendas del Perú y averiguar si los indios tributaban más ó ménos que en tiempo de sus señores naturales; y viendo que trataba la misma materia que los otros, le atribuyó la misma procedencia; refiriéndose probablemente en aquella visita á la famosa que giraron en 1559 ó 60, gobernando el conde de Nieva, el licenciado Briviesca de Muñatones y Diego de Várgas Carvajal.

La buena dosis de estoicismo indio, que le atribuían como herencia de sus antepasados maternos, prestole inapreciables servicios hasta que las ruedas giraron rechinando sobre los guijarros del río en el vado Scott, y la diligencia se detuvo, a la hora de la comida, en el Hotel Internacional.