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No tienen más misión que vivir, que empezar por su modesta existencia la dilatada serie de seres que sólo ellos pueden producir. Esos pequeñuelos, vivos ó muertos, les sustentan con su propio ser, administrándoles desde abajo la gelatina de vida que sacan incesantemente del agua materna.

Lo que es el chaud-froid, por culpa de la gelatina que le envolvía y por lo frío que estaba, le dio mucho asco y no consintió en llevársele a la boca. Don Ambrosio perdió con esto los estribos; no acertó a contenerse y deploró en mi presencia con acerbas frases la ingénita ordinariez de su hija, que no gustaba sino de alboronía, chanfaina, pepitoria y sobrehúsa de bacalao.

Siempre que haya que sacar gelatina de los moldes se introducen antes un momento en agua muy caliente. MANZANA MOLDEADA. Limpias de piel y semillas las manzanas, se cortan a trocitos, poniéndolos a cocer con agua, azúcar y canela; déseles vueltas sin cesar con una cuchara de madera, y cuando se ve que se hace pasta se pone en un molde, no sacándola hasta que se enfríe.

CHAUFROIX BLANCO PARA AVES. Se pone al fuego un cuartillo de salsa hecha con caldo de aves y se añade otro tanto de aspic o gelatina de carne. Se deja reducir al fuego hasta que quede la mitad, concluyendo como en la salsa anterior. CHAUFROIX AMARILLO. Se disuelve azafrán en un poco de caldo, el cual toma color amarillo bastante subido, y se añade a un chaufroix blanco de ave.

Este sanguinario animal, que vive á costa de sus congéneres, es abundantísimo en los mares del Archipiélago. Los indios lo comen cuando es pequeño, y si es de gran tamaño aprovechan las aletas y cola que son objeto de comercio para exportarlo á China, donde sacan de ellas una gelatina muy apreciada como alimento. Tintorera. También abunda mucho; sacan de ella los mismos beneficios que del tiburón.

No se veía una sola nube; el cielo estaba aplomado formando contraste con la brillantez del mar. Vista de cerca esa agua blanca era una gelatina, y observada al lente una masa de animálculos que al moverse producían singulares efectos luminosos.

La más suculenta gelatina se le acedaba, irritábanle los mariscos, la carne asada le daba náuseas, lo caliente le producía frío, con lo helado sudaba, las trufas le enfurecían, el rico Borgoña se le antojaba brebaje despreciable y la manzanilla le daba ganas de llorar; púsose al fin más triste que San Juan cuando descubrió la estrella del ajenjo que vertía hiel sobre la tierra.

Muchas veces le habían presentado construcciones sabias y complicadas, sobre las que apenas acercaba una mano temblorosa, pues temía ver derrumbarse todo de un golpe: los castillos movedizos de gelatina, las pirámides de trufas, las fortalezas de crema, los baluartes de pastelería, las rocas de helados.

Lo único que se le concede es poder con su muda, con la gelatina que trasuda, constituirse dos muros que reemplazan la coraza del esquino y la roca donde se pega. El molusco tiene la ventaja de sacar de propio su defensa. Dos valvas forman una casa; casa ligera y frágil: los que flotan la llevan transparente.

La base universal de vida, el mucus embrionario, la viviente gelatina animal de donde nació y renace el hombre, donde tomó y toma sin cesar la jugosa consistencia de su ser, ese tesoro, enciérralo el mar hasta tal punto que es su propia vida. Con él fabrica, satura sus vegetales, sus animales, prodigándoselo ampliamente. Su generosidad hace burla á la mezquindad de la tierra.