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Clara se quedó yerta de miedo. "Cla ... Cla ... Cla ... rita exclamó la madre Angustias ciega de furor. ¡Niña mal ... mal criada! ¡Qué desaca ... ca ... cato es éste? Esta noche al ca ... ca ... caramanchón." Clara fué condenada aquella noche á dormir en el caramanchón, última pena que sólo se aplicaba muy de tarde en tarde á los más negros y raros delitos.

Cuando Andrés se enteró por Narcisa de la hazaña de su hermano, dió de puñetazos a los muebles y de patadas a las puertas, y crujieron maderas y cristales, temblaron las habitaciones y rodaron las blasfemias de una estancia en otra con un eco sacrílego y temerario. Doña Rebeca, tiritando de miedo ante aquel furor, huyó como alma diablesca por los misteriosos escondrijos de la casona.

14 Y cuando Amasías volvió de la matanza de los Idumeos, trajo también consigo los dioses de los hijos de Seir, y se los puso para por dioses, y se encorvó delante de ellos, y les quemó incienso. 15 Y el furor del SE

¡Vamos, Enrique! exclamó doña Martina, procurando reprimirse. ¿Y por qué no le pegan a Miguel que hizo más que yo, recontra? gritó con furor. ¡Vamos, Enrique! volvió a exclamar doña Martina. ¡Tengamos la fiesta en paz!

El ataque fué con la mayor intrepidez, y tanta bizarria, que se hará increible á los que no hayan conocido á aquellos indios en todo su furor guerrero. Su caballeria, que era numerosa, atacó por la parte de la laguna, y logró cortar el ganado, sin dar lugar á los pastores de entrarle á lo interior de la poblacion.

D. Alonso de Aguilar dió muerte por su mano al herrero y tuvo que refugiarse con muchos conversos en el alcázar viejo, guareciéndose allí contra el furor de la plebe.

¡Por Cristo! su tartana va a estrellarse contra los escollos exclamó el oficial . Dios es justo, y puesto que sale del canal contra la marea, su pérdida es segura. En efecto, el condenado bordeaba intrépidamente aquel paso, que el furor de las olas debía hacer impracticable.

Tampoco carecen ellos de sentimientos de honor, tambien estiman en mucho su propia dignidad; saben distinguir entre una palabra dicha con designio de zaherir, y otra escapada sin intencion ofensiva, y sin embargo ellos no ven nada de lo que el encolerizado ve con tanta claridad; y si se sonrien, esa sonrisa es causada, no por la humillacion que él se imagina haber sufrido, sino por esa terrible explosion de furor, que no tiene motivo alguno.

Todas las mañanas y todas las noches rogaba a Dios que protegiese a sus hijos y que no dejase despertar en Martín el fuego de la cólera. Al parecer, su súplica fue escuchada favorablemente. Martín no tuvo más que un acceso de furor; pero es cierto que salió del fondo mismo de su alma. Juan tenía entonces nueve años.

9 Y cuando descendía el rocío sobre el campamento de noche, el maná descendía sobre él. 10 Y oyó Moisés al pueblo, que lloraba por sus familias, cada uno a la puerta de su tienda; y el furor del SE