United States or Sweden ? Vote for the TOP Country of the Week !


Construyéronse fuertes al Sur, que, a más de alejar los límites de la provincia, la han dejado para siempre asegurada contra las irrupciones de los salvajes; emprendióse la desecación de los ciénagos inmediatos; adornóse la ciudad; formáronse Sociedades de agricultura, industria, minería y educación pública, dirigidas y secundadas todas por hombres inteligentes, entusiastas y emprendedores; fomentóse una fábrica de tejidos de cáñamo y lana, que proveía de vestidos y lonas para las tropas; formóse una maestranza, en la que se construían espadas, sables, corazas, lanzas, bayonetas y fusiles, sin que en éstos entrase más que el cañón de fabricación extranjera; fundiéronse balas de cañón huecas y tipos de imprenta.

Hubo gaudeamus, ¿verdad? preguntó por lo bajo. D. Joaquín negó descaradamente. Unos tras otros fueron llegando Consejero, Cándida, D.ª Filomena, el P. Melchor, Marcelina y, en suma, casi todos los tertulianos habituales. Formáronse pronto los grupos de siempre, se disgregaron los elementos de aquella sociedad, operándose en ella el fenómeno químico de las afinidades electivas.

Formáronse en grupos los viñadores, en torno del aljibe, que elevaba sobre la replaza su gran aro de hierro, rematado por una cruz. Al llegar arriba el sacerdote con su séquito, Dupont abandonó el cirio para arrebatar al gañán encargado del cuidado de la capilla, el hisopo y el caldero de agua bendita.

Formáronse dos grupos a respetable distancia el uno del otro. Y donde todo era antes alegría y expansión reinó súbito silencio lúgubre y amenazador. Los de un grupo trataban confidencialmente de convencer a Grass de que no era sensato ofenderse por las palabras de un badulaque como Timoteo.

Saliste del poder de los almoravides para entrar en el de los almohades: desplomóse el imperio de los almohades, y tampoco supiste reconquistar tu independencia. Formáronse en España varios reinos como á la caida de tus Ommyadas: ni voz tuviste para recordar tus derechos.

Todos sabían la enemistad que separaba a aquellas dos religiones; pero nadie esperaba una ofensa semejante; así que las palabras del padre Rodríguez: «Aún no sería bastante humilde para nosotros», se perdieron en un murmullo de estupor. Formáronse entonces pláticas diversas. Una predominó y todos acabaron por escuchar.