United States or Pakistan ? Vote for the TOP Country of the Week !
AZUCARILLOS. Se bate un poco una o más claras de huevo y se agrega la misma cantidad de tazas de agua que de azúcar florete; se acerca al fuego y se hace hervir a fuego vivo, y cuando tiene un punto fuerte, se pasa por un paño húmedo.
Al día siguiente nuestros testigos poníanse a trabajar; mi adversario, un tal Gómez Ocervo, español, exigió la espada. Esto es muy desagradable para mí, porque no sé coger un florete. ¡Me bato mañana, y seré incapaz de defenderme...! EUSTAQUIO. ¡Creo conocer a su adversario...! ¡Calle...! ¡Ocervo...! ¡Pertenece a la sala Massena...! ¡Es un tipo muy bragado...!
Fué capitana de polo-water, atravesando como una náyade el profundo cristal de la piscina del gimnasio. En la clase de esgrima cansaba al profesor con su florete impetuoso y sus piernas de acero.
Caído delante del escritorio, estaba atormentando maquinalmente su cortapapeles de marfil y doblándole como un florete. ¡Clac! En su mano nerviosa, se rompió la hoja de repente con un ruido seco. Este accidente tan ligero puso el colmo a su irritación... Con un brusco ademán, barrió todo lo que se encontraba delante de él, y portaplumas, lápiz y papeles volaron hasta el centro de la pieza.
Tiene la costumbre de tirar al florete con su bastón, y aunque sus botonazos sean inocentes y no hiera más que el aire, como tiene el brazo fuerte y tan largo, y mi cuarto es pequeño, me agujerea las paredes y ha roto varios cristales de la ventana. En las sillas se sienta, se mece, se contonea y repanchiga de tal modo, que ya van cuatro rotas. Mi patrona, al verlo, se pone hecha una furia.
Sus tejidos abastecen no solo al pais, sino á algunos pueblos del Nuevo Mundo, á donde va tambien su papel florete tan estimado por los abogados y notarios y los gobiernos que adoran el papel sellado. El Nuevo Mundo le envia á Cataluña sus algodones; Italia, Valencia y otros paises sus sedas, cáñamos, etc. El Catalan, aunque ama su pais, es esencialmente viajero.
Además, el altercado podía ser con un periodista de Lancia o de Madrid, y entonces era preciso dejarse asesinar. Estas imaginaciones le llevaron a adoptar una resolución; la de aprender a toda costa a tirar el florete. ¿Cómo? Haciendo venir un maestro a Sarrió, ya que él no podía separarse de este punto.
Están concertadas las condiciones. A menos que ellos lo propongan de nuevo, las puntas irán afiladas. A usted le conviene mucho porque tira el florete... Precisamente por eso. Yo no quisiera llevar ventaja alguna a mi adversario. Peña guiñó el ojo con malicia. No sea usted tan escrupuloso, don Rosendo. Sí usted puede ensartarlo ¡fiiit! como un pajarito, no deje de hacerlo.
Tiraban al florete, y entonces los ojos del guerrillero se animaban; seguía con atención los movimientos de los fingidos duelistas y aun arrojaba alguna palabra picante o algún comentario de maestro entre los rechinantes aceros. Pero de repente decía «basta» y los dos atletas soltaban el florete y se quitaban la máscara, sacando a luz el rostro sudoroso.
Y aunque Eleuterio ha sido constante en sus principios, aceptó, por patriotismo. Pero él es siempre el mismo hombre de acero. El cañón y el florete se componen de igual materia; y aunque el florete se doble y el cañón no, ambos son de acero. Sigue, Petrona... Yo creo, Marianela, que lo importante en un hombre político es su origen, lo que fué primero, no lo que fué después.
Palabra del Dia
Otros Mirando