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No obstante el régimen severo en que su madre la tenía aprisionada y el feroz despotismo que sobre ella ejercía, Julia no era tan desgraciada como pudiera presumirse.
Y marchó de espaldas hacia la puerta, enviándole besos hasta que levantó el cortinaje. Luego, al otro lado de la colgadura, cuando ya no podía ser vista, su alegría infantil y su sonrisa desaparecieron instantáneamente. Pasó por sus pupilas una expresión feroz y su boca hizo una mueca de desprecio.
Al cerrar la noche de aquel día sólo quedaban del temporal unos rumores lejanos e intermitentes, a manera de jadeo de su cansancio después de una brega feroz y continua durante semana y media. Con este motivo fue la tertulia algo más animada que las anteriores últimas, y hasta el patriarca presidente de ella parecía otro por lo parlanchín que estuvo y lo espabilado de humor.
Leonor, hermana de D. Pedro el Cruel, es criada por unos carboneros en los montes de Andalucía para librarla de su receloso y feroz hermano. Pónese después bajo la protección de su hermano de padre, Enrique de Trastamara, pero así se expone más á las asechanzas del Rey, temiendo éste que Enrique, si casa á Leonor con un Príncipe extranjero, dará más fuerza á su partido.
Por la noche tenían su conciliábulo antes de acostarse, y pasaban en revista burlesca a todos los pretendientes del día: llamaban ellas a eso la matanza de los inocentes, y algunas veces, la cacería de las antorchas. La señora Hermany era en esta ejecución nocturna, verdaderamente feroz.
Pasaba muchas noches sin dormir, pensando en la suerte de sus hijos que luchaban en el frente, y esta inquietud daba un tono duro y feroz á sus entusiasmos patrióticos. Bien muerta está... Era una mujer, y los fusilamientos de mujeres resultan penosos.
Una de las cosas que más coadyuvaban a infundir el terror en los pequeños y cierto respeto, no exento de miedo, en los grandes, era el caballo que el barón poseía; un caballo de ojo ardiente y feroz y de genio tan furioso que nadie osaba montarle más que él y su amigo Fray Diego, que había servido en caballería.
Cada uno, con agresivo fetichismo, consideraba que el trapo de su nación era más hermoso que los otros y debía ondear triunfante sobre los países inmediatos. Las gentes separadas por un brazo de mar, un río, una montaña ó un bosque, llamados fronteras, se odiaban de un modo feroz, sin haberse visto nunca.
Por virtud de esta funesta ocurrencia, lo que era una frase incisiva y bien meditada, se convirtió en grosero y feroz insulto.
Apuró a Sabel reclamando la cena, pues traía un hambre feroz. Sabel la sirvió en persona, por hallarse aquel día muy ocupada Filomena, la doncella, que acostumbraba atender al comedor.
Palabra del Dia