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Dios no ha dejado indefensas sus leyes, á todas las ha escudado con el justo castigo; castigo que por lo comun se experimenta ya en esta vida. Por esta razon los cálculos basados sobre el interes en oposicion con la moral, estan muy expuestos á salir fallidos, enredándose la inmoralidad en sus propios lazos.

Fuerza es, decia, que hayan los hombres estragado algo la naturaleza, porque no naciéron lobos, y se han convertido en lobos. Dios no les dió ni cañones de veinte y quatro, ni bayonetas, y ellos para destruirse han fraguado bayonetas y cañones. Tambien pudiera mentar las quiebras, y la justicia que embarga los bienes de los fallidos para frustrar á los acreedores.

El viento la empujaba velozmente; pero los deseos de llegar a los primeros islotes del estrecho de Torres o de ver las playas australianas, que sentían vivamente los náufragos, habían hasta entonces resultado fallidos: no se veía sombra siquiera de tierra todo en redondo del horizonte.

Aquel matrimonio que había preparado, aquella combinación inteligente que ella misma se aplaudía como un rasgo de genio, podía convertirse en su confusión y en su ruina. No hacía falta para ello más que un capricho de la Naturaleza o la estúpida honradez de un médico para que quedasen fallidos los cálculos más sabios y defraudadas sus más queridas esperanzas.

Una prueba de esta verdad es el cúmulo de espedientes que siempre hay en el tribunal mayor de cuentas sobre procedimientos contra alcaldes mayores y correjidores, unos fallidos, y otros con grandes rezagos por lo que han administrado, y todos estos deudores al erario.

Su tío don Melchor venía a menudo a verle, y le aconsejaba que se fuese a viajar durante una temporada. Don Rosendo, asesorándose del señor de las Cuevas y de otros varios amigos, decidió trasladarse a Sarrió, por ver si con la sociedad de sus amigos el joven se animaba un poco. Salieron fallidos todos los cálculos. Gonzalo se dejó llevar a la villa sin hacer observaciones.

Cediendo por fin á sus insistencias, le dijo Adh-dhobí: «Tu reinado, oh amir, será glorioso y feliz, y señalado con grandes victorias; pero, si mis cálculos no salen fallidos, su duracion será de unos ocho años solamenteHixem permaneció largo rato silencioso y meditabundo, mas luego alzó sereno la frente y esclamó: Oh Adh-dhobí, tu prediccion no me amedrenta, aun cuando sea sugerida á tu boca por el mismo Omnipotente, porque si el tiempo de vida que me concede logro pasarlo en su adoracion, cuando llegue mi hora diré resignado: ¡hágase su voluntad!