United States or Azerbaijan ? Vote for the TOP Country of the Week !


Y la misma mano verde que pone florecillas y mariposas sobre la tumba anónima cuelga olorosas guirnaldas de los muros ennegrecidos por el incendio, tapiza con terciopelo vegetal las pendientes abiertas por las explosiones, hace gorjear los pájaros y rebullir los insectos sobre las sepulturas, guía la serpenteante enredadera por el leño negro de las cruces, como si quisiera convertirlas en tirsos...

Y el hombre práctico, el inglés, para no divagar más, cubría otras dos hojas con las explosiones de su indignación contra todo lo que le rodeaba: contra sus hermanos de raza, tímidos y humildes, que besuqueaban la mano enemiga; contra los nietos de los antiguos perseguidores; contra el feroz padre Garau, del que no quedaba ya ni polvo; contra la isla entera, la famosa Roqueta, a la que vivían sujetos los suyos por un amor al terruño, pagado siempre con aislamientos e insultos.

Estas explosiones de un carácter violento, tenían algún valor y aun servían de consuelo á la madre, puesto que por lo menos revelaban cierta seriedad comprensible en aquella manera de sentir, lo que no acontecía con los caprichos fantásticos que tantas veces la llenaban de sorpresa y que no acertaba á explicarse en algunas manifestaciones de su hija.

Había leído en un libro reciente que el pensamiento debía de producirse en el cerebro por medio de continuas explosiones, trasmitidas desde las células por las fibras nerviosas. No lo creía; más aún: lo rechazaba indignado. Ya sabemos que su teoría era la de la destilación.

De vez en cuando, los «pingüinos», parleros y movedizos en sus explosiones de exuberancia, lanzaban una sonrisa amable del lado enemigo, pero la sonrisa quedaba perdida en el espacio o era contestada con leves movimientos de cabeza.

Dotado de una excelente memoria local se envanecía sorprendiendo al guarda, al indicarle por adelantado la naturaleza del terreno y la dirección de las capas terrosas. Y a cada momento exclamaba con grandes explosiones de alegría: ¡Todo está igual!... Nada ha cambiado y, sin embargo, hace ya veintiséis años.

Cerrado el escritorio, preparado el espíritu para una pequeña sesión, suelen armar algunas... al lado de las que las explosiones latinas son idilios. Es que también, para un hombre joven y aficionado, el teatro no puede ser más agradable.

Se alzaron dos verticales sobre las cabezas: el brazo del sacerdote trazó en el aire un signo, el sable del jefe del piquete relampagueó al mismo tiempo lívidamente... Un trueno seco, rotundo, seguido de varias explosiones tardías. Sintió lástima don Marcelo por la pobre humanidad al ver las formas grotescas que adopta en el momento de morir.

Don Pablo Aquiles le miraba sonriendo y no se hartaba de contemplarle; ¡qué buen mozo y qué elegante era! tenía los ojos de su madre, aquella Pilar tan amada, que tanto le había hecho sufrir, y también su genio, un polvorín de explosiones sin consecuencia.

Rechinaba los dientes, cerraba los puños á cada detonación, pero seguía inmóvil, sin deseo de marcharse, dominado por la violencia de las explosiones, admirando la serenidad de estos hombres, que daban sus órdenes erguidos y frios ó se agitaban como humildes sirvientes alrededor de las bestias tronadoras. Todas sus ideas parecían haber volado, arrastradas por el primer cañonazo.