United States or Libya ? Vote for the TOP Country of the Week !


El imperio de la belleza no tiene rebeldes. La fea, que «plancha» por serlo, tiene dos causas de aflicción: la primera es una herida de amor propio al verse relegada; la segunda envuelve una pesadumbre más profunda y definitiva. Expliquemos su psicología. Ninguna persona, y menos aún una señorita, naturalmente optimista, tiene una idea exacta de su fealdad. La naturaleza nunca es cruel del todo.

Agazapóse el cazador todo lo que pudo; deslizóse de mato en mato y de bardal en bardal, como una culebra, para no ser visto ni sentido del animalito, cuya vigilancia es proverbial en el país; apuntóle con la escopeta cuando le tuvo á tiro y á su gusto, y.... Pero expliquemos la situación del cazador, por si los permenores del suceso nos fueren más tarde de alguna utilidad.

No la hay cuando no existen las dos condiciones señaladas. De lo contingente no hay evidencia, sino en cuanto está sometido á un principio de necesidad. Expliquemos esta doctrina comprando ejemplos tomados respectivamente de la conciencia y de la evidencia. Que hay en un ser que piensa, esto no lo por evidencia sino por conciencia.

Dios quiere, y el universo sale de la nada; ¿cómo se puede comprender esto? á quien nos lo pregunte le dirémos: el hombre quiere, y su mano se levanta; el hombre quiere, y todo su cuerpo se pone en movimiento; ¿cómo se puede comprender esto? aquí una imágen pequeña sin duda, pálida, incompleta, pero verdadera imágen de la creacion: un ser inteligente queriendo, y un hecho apareciendo. ¿Dónde está el vínculo? si no podeis explicárnosle con respecto á los seres finitos, ¿nos exigiréis que lo expliquemos tratándose del ser infinito?

En todo acto donde hay evidencia se encuentran dos cosas: primera, la pura intuicion de la idea; segunda, la descomposicion de esta idea en varios conceptos, acompañada de la percepcion de las relaciones que estos tienen entre . Expliquemos esto con un ejemplo de geometría.

Señores, aquí tenéis á mi amigo, al grande orador del club de Zaragoza, mi amigo y compañero. Los demás jóvenes, tanto viajeros como visitadores, rodearon al aragonés. Expliquemos. Cuando Javier estuvo en Zaragoza, trabó amistad muy íntima con Lázaro.

Tenía más entendimiento que su hermana; vestía con esa sencillez airosa de las mujeres extranjeras que se ganan la vida en un mostrador de tienda elegante, o llevando la contabilidad de un restaurant. Su traje era siempre de un solo color, sin combinaciones, de un corte severo y como expeditivo, traje de mujer joven que sale sola a la calle y trabaja honradamente. Expliquemos esto.

Tenemos á la vista un cuerpo cuyos resplandores iluminan el mundo en que vivimos; si se nos pide que expliquemos su naturaleza y sus relaciones con los demás, ¿comenzaremos por apagarle? Los físicos para buscar la naturaleza de la luz y determinar las leyes á que está sometida, no han comenzado por privarse de la luz misma y ponerse á oscuras.

¿Yo...? Se lo mando a usted... Acuéstese usted al momento. No le fue a ella posible entonces librarse de un abrazo apretado, y en aquel segundo estrujón, oyó estas cariñosas palabras: «¿No vale más que nos expliquemos como buenos amigos? Hijita de mi alma, si te enfurruñas, no llegaremos a entendernos». Jacinta fue bruscamente desarmada.

Cuando me haya casado y sea muy rico, olvidarás fácilmente el matrimonio para participar de la riqueza. Jenny Hawkins permaneció un momento silenciosa y después dijo en tono grave y resuelto: Escuche usted, Sorege. Ha llegado el momento de que nos expliquemos francamente. Nos conocemos demasiado para tratar de engañarnos sin ninguna utilidad.