United States or New Zealand ? Vote for the TOP Country of the Week !


Y bien sabido se tenían Verónica y su padre que los intentos de la marquesa no podían traducirse en broma jamás. Siempre fueron órdenes sus lacónicas frases, y leyes inapelables sus deseos. Esto, en buena salud; ¡qué no sucedería cuando las molestias de la enfermedad la obligaban a ser más antojadiza y exigente?

Pero por temor de que estas cualidades no bastan para convencer a las bellas gramáticas, de que los sentimientos de Nancy se parecían nada a los suyos, agregaré que era un poco orgullosa y exigente, y tan constante en su aferramiento en una opinión errónea como en su afecto por un supirante infiel.

El casco de acero de un centinela, contestó Simón. Pero apretemos el paso si hemos de llegar antes que la campana la señal de vísperas y el clarín la de alzar el puente levadizo; porque el barón de Morel, á fuer de buen soldado, es lo más exigente y riguroso en punto á disciplina.

Ella, desasosegada, sonrió, mirándole como quien da a entender que acaso no esperaba oír tanto, y le atajó la frase. ¡Jesús, Dios mío! ¡Cuánto pide Vd! ¡Antes tan humilde, y ahora tan exigente! ¿Exigente? ; apuesto a que iba Vd. a decir contraer compromiso.

A cada persona la trataba según sus antecedentes, posición y temperamento. Cuando tropezaba con una devota escrupulosa, viva y ardiente como la marquesa de Alcudia, el buen escolapio apretaba de firme las clavijas, se mostraba exigente, tiránico, entraba en los últimos pormenores de la vida doméstica y los reglamentaba. En casa de Alcudia no se daba un paso sin su anuencia.

Es mejor que ni su mujer de usted ni yo nos encontremos con esas personas, ordinariamente un poco ... libres ... Ya ve usted que soy un poco exigente, aunque no lo parezca; mi pretensión se reduce á no separarme por completo de mi sobrina y gozar también un poco de vuestra dicha. Hubo un momento de silencio.

Y le volvió la espalda para aprovechar el tiempo, antes de que cambiase el vuelo de la suerte. El coronel había comido en el Café de París, rumiando mentalmente los párrafos del acta del encuentro. La consideración de que todos confiaban en su pericia le hacía ser muy exigente consigo mismo. Deseaba algo conciso y brillante que inspirase respeto á aquellos muchachos gloriosos.

Maltrana era más exigente y descontentadizo. ¡Muy bonito el campo de primavera, con su ambiente poético y aquellos crepúsculos, que eran lo mejor del mundo! Pero ellos no iban a permanecer así toda la vida, vagando como perros enamorados, en busca de un rincón solitario, huyendo de las gentes, estremecidos de espanto al menor ruido.

Este que era un hombrecillo, flaco, rasurado, de aspecto tímido e inofensivo, empleado en el Tribunal de Cuentas, guardaba bajo capa de cordero un corazón de lobo. Jamás se vio un nombre más exigente para las patatas fritas y el chocolate. Doña Mónica temblaba en su presencia como la hoja de un árbol.

Tontas encontraba ella a porrillo; listas tampoco faltaban; lo que le parecía difícil de hallar eran las honradas, y no porque no las hubiese a montones, sino porque la duquesa no sabía encontrarlas, por aquello de que nadie hay más exigente ni que se complazca tanto en verlo todo manchado como quien vive zambullido en medio del fango.