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Dos años antes de su óbito publicó el libro primero y único de su Romancero filipino, obra hermosa y definitiva. La dedicó al general Despujols, capitán general de las islas. Este y Gutiérrez de la Vega, director general de Administración, y Mecenas de Romero, lograron que el Estado adquiriera, con destino a las escuelas, buen golpe de ejemplares.

Rivadavia, pues, continuaba la obra de Las Heras en el ancho molde en que debía vaciarse un gran Estado americano, una República.

¡Cuántos hombres de Estado aceptarían resueltamente las doctrinas liberales, si escuchasen las conversaciones de la muchedumbre ignorante pero certera en sus instintos! Ella ve que el gobierno es todo, lo abarca todo y lo hace todo ó lo prohibe.

Sus pálidos labios se contrajeron de nuevo, pero no brotó de ellos ningún sonido. Sus ojos vidriosos estaban fijos en con una mirada terrible y dura, como si hubiera estado esforzándose por decirme algo. Tal vez me estaba revelando el gran secreto, el secreto de cómo había resuelto el misterio de hacer fortuna y de poseer más de un millón de libras esterlinas, o tal vez me hablaba de Mabel.

Se recogen igualmente en esta mision, el cacao, la cera, el sasafras, el algodon, y se hacen los mismos tegidos que en los otros cantones de la provincia. Sus producciones dieron al Estado, en el citado año de 1830, la cantidad de mil seiscientos noventa y cuatro pesos. Camino de San-Ramon á Magdalena.

En su época se incorporó al Perú la intendencia de Puno, que había estado sujeta al virreinato de Buenos Aires, y fué separado Chile de la jurisdicción del virreinato del Perú.

Experimentaba el triste consuelo de un enfermo que del estado agudo pasa al estado crónico. Un amigo del joven doctor la visitaba dos o tres veces por semana, pero su verdadero médico continuaba siendo el señor Le Bris. Este le escribía regularmente, así como a la señora Chermidy, y aunque siempre había procurado no mentir, las dos correspondencias no se parecían mucho.

En el Estado, el espíritu de disciplina pertenece al orden de los sentimientos interesados, pues sin disciplina no cabe conveniencia mutua. En la Iglesia, el espíritu de disciplina se engendra en el ámbito de los afectos generosos; es la voluntad de sacrificio.

Es una especie de federalismo religioso que no sale de los templos, ni pretende dominar al Estado y dirigir las familias. ¿Pero hablar de libertad absoluta en este país, que es famoso en el mundo por la Inquisición y por ser patria de San Ignacio?... Llevamos sobre las costillas cuatro siglos de tiranía clerical.

Además, eran tan notorios y tan irreemplazables el arte y la inspiración de Juana para dirigir una matanza, para hacer arrope, piñonate, empanadas y tortas, y para preparar festines, que las personas de gusto y de medios desecharon los recelosos escrúpulos, y, poniéndoles el correctivo de estar a la mira y ojo avizor para que Juana no ejerciese sus presuntas artes proxenéticas, siguieron llamándola a trabajar a sus casas; y los ingresos y rentas de Juana, que habían disminuido, volvieron a su estado normal, aunque no se aumentaron.