United States or United Kingdom ? Vote for the TOP Country of the Week !


Petra dijo Dorotea á una doncella que estaba esperándola en su cuarto , ve y di al autor que por no tiene necesidad de detener la función. La doncella, después de tomar el manto de su señora, salió á cumplir su encargo. Juan Montiño, á una indicación de Dorotea, que se había sentado en el canapé, se sentó en un sillón y se descubrió.

Barbarita interrumpía un Padrenuestro para decir, todavía con la expresión de la religiosidad en el rostro: «¿Rameaditas?, , y con golpes de oro. Eso es lo que se estila ahora». Y en el pórtico, donde ya estaba Plácido esperándola, decía: «Vamos a casa de los chicos de Sobrino».

Elena pensó en sus admiradores, que estarían esperándola, impacientes. Se habían abstenido de venir á buscarla, porque el día anterior les manifestó su deseo de presentarse sin otro acompañamiento que el de su esposo. Una señora debe evitar que la maledicencia se cebe en sus actos. Cuando se dirigía hacia el carruajito, dejando á sus espaldas la casa, oyó el ruido de un galope.

No pensó más que en vestirse rápidamente, no sin escoger el más rosado de sus trajes de batista y el sombrero de mañana que mejor le sentaba para ir a reunirse con sus amigas y Huberto Martholl que ya debían estar esperándola en la playa. Era la hora del baño. Siguiendo su costumbre María Teresa pasó directamente a su casilla.

«¡Esta que era resolución firme! Iba a ser buena, buena, de Dios, sólo de Dios; ya lo vería el Magistral. Y él, don Fermín, sería su maestro vivo, de carne y hueso; pero además tendría otro; la santa doctora, la divina Teresa de Jesús... que estaba allí, junto a su cabecera esperándola amorosa, para entregarle los tesoros de su espíritu».

Halléme obligado á esto, porque como se fué junctando la gente poco á poco y con muy gran esperanza de la que me habían de dar los Duques de Sessa y de Alcalá, había de ser cierta y presta como su Maj. mandaba, no hubo razón ni causa para que yo dejase de junctar la que á me tocaba, y hacer tan gran gasto como se hizo en esto y en la abundancia de vituallas y municiones que se llevaron, porque la infantería española de Lombardía se detuvo á causa de la muerte del Rey de Francia, como dice D. Alvaro de Sande, y del motín de Génova, y la de Nápoles, esperándola de hora en hora, tardó, de manera que habiendo de venir por orden de S. M. 2.500 hombres, no llegó el cumplimiento sobre los 600, poco más ó menos, que trujo D. Sancho en las galeras, hasta los últimos de diciembre que vinieron á Malta.

Una dulce melancolía penetraba en su alma al contacto de aquellos sitios donde tan feliz había sido. Le parecía que su dicha no había muerto, que aún estaba allí guardada esperándola. Vagamente soñaba con ver surgir del parque la gran figura atlética de su marido y escuchar su risa sonora. No era posible, no, que todo aquello hubiera muerto para siempre.

Cuando llegó a su casa le dolía la cabeza; acordose entonces de Botín, a quien de seguro encontraría, esperándola airado, y entonces cayó un velo negro sobre sus alegrías. Se volvieron obscuras, y andaban dentro de ella azoradas, corriéndosele del corazón a los labios y dejándole un sabor amargo en todas las partes de su ser por donde pasaban.

Dejándole plantado en medio de la calle, dirigiose a la puerta del palacio. El gran sobresalto de su alma crecía a cada paso. ¡Oh! Sin duda, su abuelita la esperaba con igual ansiedad. Hasta llegó a imaginar que estaría en un balcón esperándola. Miró y no había nadie.

Al salir ella, dejólo caer y trató de seguirla; pero a la puerta estaba un carruaje esperándola. El lacayo, sombrero en mano, le abrió la portezuela, y los caballos arrancaron al instante con velocidad. ¿Qué es eso, D. Raimundo? le dijo el dependiente, viéndole entrar de nuevo en la tienda . ¿Le ha hecho a usted impresión mi parroquiana?