United States or Yemen ? Vote for the TOP Country of the Week !


Acepto de todo corazón la excusa, señor Núñez respondió la dama con una sonrisa que confirmaba la sinceridad de lo que decía , hasta como modelo de excusas corteses y delicadas... La Esfinge cortó aquí los cumplidos con el espadón de su palabra de hierro, y lanzó a su marido otra ojeada con la que le pedía estrecha cuenta de aquellas sus debilidades.

Ni se diga por eso que faltaban juegos y recreos de la clase que los colonos habían presenciado muchos años atrás, en las ferias campestres de Inglaterra, en los que acaso tomaron parte, y consideraban sería conveniente conservar en estas nuevas tierras; por ejemplo, se veían luchas á brazo partido, de diferentes clases, aquí y allí en la plaza del mercado; en una esquina había un combate amistoso al garrote; y lo que más que todo llamaba la atención, en el tablado de la picota á que ya se ha hecho referencia varias veces en estas páginas, dos maestros de armas comenzaban á dar una muestra de sus habilidades con broquel y espadón.

La barba a medio crecer, la palidez del semblante, las botas de camino, el aludo sombrero, el largo espadón y sus raídas y polvorientas ropas, dábanle toda la traza de algún soldado de Flandes, salido apenas del hospital de Santa Cruz. Aquella existencia ignorada, sin vanidad ni pasión, fuele sumergiendo en un estado semejante a la placidez de las convalecencias.

También vió pasar á un jinete corpulento, de luenga y negra barba, que llevaba un rosario de gruesas cuentas en la mano y enorme espadón pendiente del cinto. Por la forma y color del hábito y la estrella de ocho puntas bordada en la manga reconoció en él á uno de los caballeros hospitalarios de San Juan de Jerusalén, cuyo maestre residía en Bristol.

Allí estaban los héroes de las antiguas fiestas: el Cid gigantesco, con su espadón, y las cuatro parejas representando otras tantas partes del mundo, enormes figurones con los vestidos apolillados y la cara resquebrajada que habían alegrado las calles de Toledo, pudriéndose ahora en los tejados de la catedral.

A la izquierda de la aldea, en la ladera del Valtin y en medio de los matorrales, Marcos Divès, montado en un caballejo negro de larga cola, con su espadón colgando del puño, señalaba las ruinas y el camino de schlitte. Un oficial de infantería y algunos guardias nacionales, con uniformes azules, le escuchaban; Gaspar Lefèvre solo, delante del grupo, y apoyado en el fusil, parecía meditabundo.

Admirable, señora, admirable contestó el coronel con voz cavernosa. A ver Rivera, V. la vuelta para que le examinemos por todas partes... D. Bernardo giró gravemente en redondo, haciendo sonar el terrible espadón y las espuelas. En aquel instante se oyó un resuello singular en la estancia, al cual siguió una explosión de carcajada contenida.

D. Gabriel! Días y más días sin pasar por casa. Después de aquella tremenda y borrascosa escena con D. Pedro, pocas veces has ido por allá. Y no quedó poco comprometido mi honor... Señora, francamente, temo que el señor D. Pedro me ensarte con su gran espadón, porque de que está celoso como un turco no me queda duda alguna.

Aquel habilidoso sistema de ser y no ser, de equilibrarse entre el absolutismo y los liberales, valiéndose de los unos contra los otros, de prometer y no cumplir, de encubrir con fórmulas, retóricas y dicharachos hoy desacreditados, pero entonces muy en boga, el lazo de la arbitrariedad y el espadón de la fuerza, dio resultados en época de tanta inocencia política, cuando la libertad era como un niño generoso y no exento de mimos, más fácil de engañar que de convencer.

Lo más cierto debía ser lo último, porque D. Bernardo estaba hecho un verdadero adefesio. El uniforme era de color rojo subido. Parecía una langosta cocida; y para que la semejanza fuese más notable, la muchedumbre de cordones y correas que le envolvían remedaban bastante bien las antenas de aquel animalucho. Un espadón disforme le colgaba de la cintura; el tricornio estaba adornado con plumas.