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Hay tantos sofismas en la civilización europea...tantas miserias que deshonran el progreso y hacen aveces tener vergüenza de lo que hace la humanidad.... En España hay un contraste singular: la religion no es libre: el que no es creyente católico no puede tributarle culto á Dios; pero la prostitucion no solo está legitimada por la ley, sino que la autoridad la reglamenta y dirige con esmero!

Su belleza tomaba un aspecto de ocaso prematuro que inspiraba compasión. Abandonado el esmero de su persona, inerte, con una atonía enfermiza v dolorosa, parecía una planta afotista sin flores ni galas.

Y por último, si acometes altas empresas, las llevas a cabo y vences y triunfas, no quiero yo que todo esto se ignore, se sepa mal o se olvide, y el hermano Tiburcio, que es un buen letrado, te acompañará para ponerlo por escrito con el mayor esmero y legarlo a la posteridad más remota.

Aunque este escrito mío no fuese improvisado, aunque me diesen años y no horas para escribirle, nada nuevo podría añadir yo de noticias biográficas, bibliográficas y críticas, después de la edición completa de las obras de la Santa, hecha por D. Vicente de la Fuente, con envidiable amor, con afanoso esmero y con saber profundo.

Eran grandes y azules sus ojos; su nariz muy fina, de perfecta forma y un poco larga, sin que esto le afeara, antes bien, parecía ennoblecer su expresivo semblante. Su barba, afeitada con esmero, era algo puntiaguda, aumentando así el conjunto melancólico de su rostro oval, que indicaba más bien delicadeza que energía.

Luego aquel aire elegante, aquella levita negra cerrada, sin una mota, planchada, estirada, cual si hubiera nacido en la misma piel del sujeto; aquellos cuellos como el ampo de la nieve, altos, tiesos; aquel pantalón que parecía estrenado el mismo día; ¡aquellas manos de mujer cuidadas con esmero...!

Así que estaba llena la subía sobre la cabeza a uno de los cuartos de arriba, donde con todo esmero y arte colocaba las camisas, las chambras, cofias y peinadores sobre unos mostradores hechos al intento: las cubría delicadamente con un lienzo, y luego se salía cerrando la puerta y guardando la llave en el bolsillo.

Adviértase, no obstante, que tales cambios inesperados de carácter en personajes, trazados por lo demás con nimio esmero y atención, son tan comunes en las comedias, romances y novelas españolas, que es preciso atribuirlo á la índole especial del pueblo, que sirve de tipo á estos retratos.

D. Julián entró con un libro en la mano, que no era el Diario, ni el Mayor, ni el Copiador de cartas, sino lisamente el folletín de La Correspondencia, que acostumbraba a recortar con gran esmero y luego cosía. Aunque parezca raro, D. Julián era aficionado a las novelas; pero no leía más que las de La Correspondencia, las piadosas que regalaban a su hija en el colegio.

El día anterior me había mandado por unas botas a la zapatería de la calle del Lobo, y desde allí se las llevé a su casa de la calle de la Ternera, y cuando volví después de hacer el mandado, viendo que había cumplido con la puntualidad y el esmero que son peculiares en , me dió dos reales, que guardo en este pañuelo como memoria de hombre tan valiente.