United States or Mayotte ? Vote for the TOP Country of the Week !


6 ni buscamos de los hombres gloria, ni de vosotros, ni de otros, aunque podíamos seros carga como apóstoles de Cristo. 7 Antes fuimos blandos entre vosotros como la que cría, que regala a sus hijos. 8 Tan amadores de vosotros, que quisiéramos entregaros no sólo el Evangelio de Dios, sino aun nuestras propias almas; porque nos sois carísimos.

por cierto: á prima noche, cuando os libré de los alguaciles que os llevaban á Segovia, para entregaros á cierta dama, me ofrecísteis si os soltaba dinero y una compañía en los tercios de Nápoles.

Yo sabré deshacerme de él. Muy miserable y cobarde sería el hombre que tal hiciese. Lamento, , que vuestro agresor haya sido mi propio hermano, ¿pero entregaros? ¡Eso nunca!

Hablad despacio, que nadie nos oiga dijo Marta con voz sofocada . Un gran peligro pende de vuestra cabeza. Vuestros enemigos han tendido una celada a vuestros pies y de antemano celebran vuestra pérdida... Respondedme, Mathys, y no os sorprendáis de mis preguntas. ¿Es cierto que una vez cometisteis una acción que podría entregaros, a la menor indiscreción, a la justicia?

Después de un breve silencio, prosiguió suspirando: ¡Pobre Mathys! Sois la víctima de una ciega abnegación. Os compadezco; el terrible peligro que os amenaza me arranca lágrimas de compasión y de angustia. La maldad es muy grande en los corazones perversos. Aquella por quien os habéis sacrificado, quiere preparar ella misma vuestra pérdida y entregaros a la justicia.

Sin duda os chanceáis, señor barón, repuso admirado el personaje, que no era otro sino el corregidor de Lepe. ¿Cómo he de entregaros parte de esta cadena, insignia del municipio de nuestra ciudad? Acabáramos, gruñó el veterano. Vos buscáis al barón de Morel, nuestro valiente capitán, y allí lo tenéis, que acaba de desembarcar y monta el caballo negro.

10 Así ha dicho Senaquerib rey de los Asirios: ¿En quién confiáis vosotros para estar cercados en Jerusalén? 11 ¿No os engaña Ezequías para entregaros a muerte, a hambre, y a sed, diciendo: El SE

Y tan feroz miraba, que de miedo, se echó a temblar la tía Zarandaja, y por satisfacerle, y temiendo no empezase por ella con algo que no muy del gusto de ella fuese, se apresuró a decirle: Pues que yo no puse punto en boca al señor Viváis-mil-años cuando en tales honduras se metía, claro os he dado, señor mío, a entender, que mi intento era que todo lo supieseis; y si todo lo habéis oído, vos diréis lo que haya de hacerse, que a vuestro mandato me pongo, y estos dineros que el señor Viváis-mil-años me ha dejado, dispuesta estoy a entregaros.