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Oían esto las tres mujeres embobadas, mudas, fijos los ojos en la cara del ciego, entreabiertas las bocas. Al comienzo de la relación, no se hallaban dispuestas a creer, y acabaron creyendo, por estímulo de sus almas, ávidas de cosas gratas y placenteras, como compensación de la miseria bochornosa en que vivían.

Por las ventanas entreabiertas penetraba el vaho cálido y soñoliento de la solanera, algún lejano repique de las campanas de la Concepción Nueva, y el arrullo de las tórtolas que se enamoran en las barandas. El monótono susurro de las moscas se balanceaba sobre el viejo tul, antiguo velo nupcial de la señora de Marques, que cubría ahora, en el aparador, los platos de cerezas.

Las casas de Valdepeñas son blancas y bajas. De rato en rato, al paso, se columbra por las puertas entreabiertas el patio clásico con las columnas dóricas y el zócalo azul, con el evónimus raquítico y el canapé de enea. Una ancha faja de añil intenso encuadra las portadas; sobresalen adustos los viejos blasones; se destacan las afiligranadas rejas con la blancura de los muros.

Quedó solo Barinaga en la calle, y el Magistral arriba, detrás de las vidrieras entreabiertas, sin perder de vista al que ya llamaba para sus adentros su víctima.... Don Santos volvió a su monólogo, interrumpido por entorpecimientos del estómago y por las dificultades de la lengua.

Federico y el médico se apartaron, dirigiéndose a una de las entreabiertas ventanas. Retiré el anillo del Rey que tenía en mi dedo y lo puse en el suyo. He procurado llevarlo con honra, señor le dije. No puedo hablar mucho repuso con voz débil. He tenido una viva discusión con Sarto y el General, quienes me lo han dicho todo.

Al ruido de sus pasos, fieros mastines asomaban la enorme cabeza por las bardas con sordos ladridos. Un hedor de boñiga húmeda impregnaba el aire. Por las puertas entreabiertas veíanse hociqueando en montones de zapatos viejos y pilas de harapos los cerdos corraleros, que eran vendidos a los tratantes de las afueras después que engordaban con la inmundicia de la población.

No se jugaba al tres-siete, ni se tocaba el piano, y la pequeña Tinay, la menor de todas las señoritas, se aburría sola jugando á la chongka, sin poderse explicar el interés que despiertan los asaltos, las conspiraciones, los sacos de pólvora, habiendo tantos hermosos sigayes en las siete casetas que parece le guiñan á una y le sonrien con sus boquitas entreabiertas para que los suba en la casa madre ó iná: Isagani que, cuando venía, jugaba con ella y se dejaba engañar lindamente, no acudía á sus llamamientos, Isagani escuchaba sombrío y silencioso lo que el platero Chichoy contaba.

¡Hermoso día! exclamaban las gentes de tierra, encaminándose á continuar los suspendidos negocios, ó frotándose las manos á la puerta del almacén, ó contemplando la naturaleza desde las entreabiertas vidrieras del gabinete.

Dicho palacio es de hierro en su mayor parte; en sus jardines, cortados á la inglesa, se encuentran estatuas en gran profusión, y por las entreabiertas ventanas de los muros cuyas líneas son una reminiscencia morisca indiscretamente se asoma el sibaritismo oriental, por mas que trate de ocultarse entre cortinajes, importados de los ricos telares del viejo mundo.

Un armario ropero de triple luna tenía las puertas entreabiertas, y de su seno de cedro se veían salir desordenados vestidos, rasos y granadinas, fayas y gros riquísimos, todo ajado y descolorido, todo en tal manera invadido por la muerte, que parecía próximo a caer; si se le tocaba, en menudas partículas como las flores de antaño.