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Se ven otros dos, mas pequeños, cerca de Cololo: las aguas de todos ellos son muy heladas y enteramente desprovistas de pescado. Temperatura y clima.

No es preciso tener doce ó quince años para arrojarse al agua lleno de felicidad como en su elemento propio; cualquiera de nosotros, si los convencionalismos y falsedades de la vida no nos han corrompido enteramente, puede volver á las alegrías de la juventud dejando por un momento sus ropas en la orilla del agua.

Para la comparacion, se necesita cierta oposicion en los extremos; pero estos deben tener algo comun; si son enteramente disparatados, la comparacion es imposible.

El campo, enteramente llano y parejo, se halla cubierto de mantillo negruzco, tierra vegetal muy fértil, de la que no se ha hecho uso todavía, á pesar de ser eficacísima para la agricultura.

Señora Braun, hágame el favor de traerme al jardín el ramo que verá usted en un jarro del Japón sobre una mesita del cuarto de Magdalena, porque hay que hacerlo enteramente igual a ése.

¡Buena manera de alentar a los pobres! Es que yo quiero asegurar tu suerte. Amparo había dejado de comer, y noté que había perdido enteramente su tranquila confianza; que estaba preocupada, disgustada, pesarosa de haber ido a almorzar conmigo. Soy rico, muy rico; sobrino de un grande de España que no tiene hijos, ni los tendrá probablemente; heredaré sus rentas y su grandeza.

La ciudad de Schaffhousen, si no es bella según el gusto moderno, es sumamente curiosa por sus formas singulares, enteramente fieles á las tradiciones de la edad média. Bajo este aspecto es la ciudad mas interesante de Suiza.

Ricardo aun no había perdido enteramente la noción de la realidad cuando se encontró en una estancia semejante a la en que estaba positivamente.

No hay en la tierra dos hojas de árbol, ni en los infinitos campos del cielo dos globos enteramente parecidos; y quanto ves en el pequeñisimo átomo donde has nacido forzosamente, habia de exîstir en su tiempo y lugar determinado, conforme á las inmutables órdenes de aquel que todo lo abraza.

No lo veo así enteramente, Elena. ¿Qué edad cree usted que tengo? No ... Y añadió vacilando: ¿Es muy viejo mi padre? Tiene sesenta y dos años... ¡Oh! ¡Tanto como eso! Y yo tengo veintinueve. ¡Ah! Confiese usted que me encuentra muy viejo. No, muy joven.