United States or Serbia ? Vote for the TOP Country of the Week !


No decía yo eso, respondió Cervantes; que San Pedro es calvo, y aun se me antoja haber visto en alguna parte que lo fue desde mozo; pero a , no por qué, los calvos me enojan, como me enojan otras muchas cosas que no enojan a nadie, y cuando una cosa me enoja, sobre ella me voy sin reparar en inconvenientes, y salga por donde saliere.

Perdone usted, pídale a Dios que perdone mi orgullo; de vez en cuando me pica y enoja la tal seguridad. Pues qué, me digo, ¿soy tan adefesio para que mi padre no tema que, a pesar de mi supuesta santidad, o por mi misma supuesta santidad, no pueda yo enamorar, sin querer, a Pepita?

-Si vuestra merced se enoja -respondió Sancho-, yo callaré, y dejaré de decir lo que soy obligado como buen escudero, y como debe un buen criado decir a su señor. -Di lo que quisieres -replicó don Quijote-, como tus palabras no se encaminen a ponerme miedo; que si le tienes, haces como quien eres, y si yo no le tengo, hago como quien soy.

¡Ah! ¡Ah! dijo Fabrice. ¡Naturalmente! exclamó Pedro ; el matrimonio, sin duda que el matrimonio tiene sus inconvenientes, sus tristezas, sus peligros, pero, así y todo, es el mejor abrigo en que un hombre puede pasar tranquilo la vejez y aguardar la muerte sin deshonrar sus canas. El pintor dio un hondo suspiro sin responder a Pedro. Dispénsame le dijo su amigo . Este asunto te enoja con razón.

Me gusta- pa la carona; y me puse a champurriar esta coplita fregona: 199 a los blancos hizo Dios, a los mulatos san pedro, a los negros hizo el diablo para tizón del infierno. 200 Había estao juntando rabia el moreno dende ajuera; en lo escuro le brillaban los ojos como linterna. 201 Lo conocí retobao, me acerqué y le dije presto: po-r-rudo que un hombre sea nunca se enoja por esto.

¿Conque Ana pinta, y La Revista de Artes está buscando cuadros de autores del país que dar a conocer, y este Juan pecador no ha hecho ya publicar esas maravillas en La Revista? Esta Ana nuestra, Pedro, se nos enoja de que la queramos sacar a luz. Ella no quiere que se vean sus cuadros hasta que no los juzgue bastante acabados para resistir la crítica.

Y otra cosa más: que habiendo tres mil y tantas leguas de aquí a Candaya, si el caballo se cansa o el gigante se enoja, tardaremos en dar la vuelta media docena de años, y ya ni habrá ínsula ni ínsulos en el mundo que me conozan; y, pues se dice comúnmente que en la tardanza va el peligro, y que cuando te dieren la vaquilla acudas con la soguilla, perdónenme las barbas destas señoras, que bien se está San Pedro en Roma; quiero decir que bien me estoy en esta casa, donde tanta merced se me hace y de cuyo dueño tan gran bien espero como es verme gobernador.

Maripepa se había puesto colorada, porque en el fondo no le parecía mal para marido aquel joven derrengado. Bartolo dejaba escapar gruñidos de disgusto. Cuanto venía de la boca de Regalado le parecía execrable. El coro reía. No por qué se enoja la tía Jeroma repuso el mayordomo. ¿Tiene algo que decir de la novia? ¿No es limpia? ¿no es honrada? ¿no tiene manos de oro para el trabajo?

Lo confieso; me hace daño... hasta sufro viniendo aquí a verla a usted, y, sin embargo, vengo... y seguiré viniendo mientras no comprenda que mi presencia la enoja. Más claro, agua: pero estaba dicha la cosa de tal modo, que, aun suponiendo que Cristeta recibiera disgusto, no podía manifestarlo.

La Dorotea fijó una mirada dilatada, inocente, dolorosa, enamorada á un tiempo en Juan Montiño; extendió hacia él un magnífico y mórbido brazo, y estrechando una mano del joven, le dijo: Os suplico que me dejéis sola; yo os disculparé con don Francisco. ¡Qué! ¿tanto os enoja que yo continúe á vuestro lado? No, no me enoja; pero... me siento mal; estoy turbada, ¿no lo véis? estoy avergonzada.