United States or Iran ? Vote for the TOP Country of the Week !


¿No es un maestro el que habla?... Esa facilidad de Gutiérrez González no se desmentía un solo momento. Un día, su amigo Vicente X., lo encuentra a media noche, inclinado sobre el caño, expiando duramente las numerosas libaciones de una comida de donde salía.

De sus tiempos de miseria le quedaba la conmiseración para los jornaleros, fingiendo no ver sus descuidos y negligencias. Pero sus actos valían más que sus palabras, pues queriendo demostrar gran interés por el amo, hablaba duramente a los braceros, con ese exceso de autoridad que revela el humilde apenas se ve elevado sobre sus camaradas.

Tiene cara de ser orgullosa, decían. No era orgullo, sino indiferencia. Aquella hija de soldado, tan duramente herida por la suerte y que se sometía sin quejarse a las más rudas tareas, conservaba alto el corazón y alta la frente, por simple atavismo.

El chiquillo, en veinticuatro horas había tomado con ella gran confianza, y se dejaba conducir sin resistencia. Poco después la vimos allá abajo, a la orilla, lavándole con ademanes tan bruscos, sacudiéndole tan vivamente que a todos nos hizo reír. Aunque no se oían sus palabras, notábase de sobra que le seguía increpando duramente. Esto sucedía en sábado.

8 ¿Habéis vosotros de hacerle honra? ¿Habéis de pleitear vosotros por Dios? 9 ¿Sería bueno que él os escudriñase? ¿Os burlaréis de él como quien se burla de algún hombre? 10 El os redargüirá duramente, si en lo secreto le hicieses tal honra. 11 De cierto su alteza os había de espantar, y su pavor había de caer sobre vosotros.

Aquí me asaltó de pronto un recuerdo, y pedí a Facia las señas «particulares» de su marido. Comenzó por la de un chirlo en la cara que le partía un ojo y la nariz, y no necesité de las restantes para dar por conocido al personaje. Sin descubrirle mis sospechas, la reprendí duramente por haberme ocultado hasta entonces lo que me estaba declarando.

Los nuevos amantes temen ser descubiertos y carecen de valor para confesar su falsía y para arrostrar el enojo del padre y de la hermana tan duramente ofendidos. Entonces toman la peor y más viciosa de las resoluciones. Ambos huyen juntos. D. Alvaro, que idolatraba a sus dos hijas y que se hallaba muy enfermo, no puede resistir golpe tan rudo.

Entonces adquirió conocimiento exacto de su situación, y vió que estaba en el suelo, con la espalda apoyada en la pared, inclinada la frente, caído y revuelto el cabello. El sombrero rodaba á su lado, su ropa estaba desgarrada y sentía un dolor agudísimo en el codo izquierdo, duramente estropeado en la caída.

Ambos reposaban entonces en el cementerio, Marta y yo, huérfanas, abandonadas, nos quedamos en la granja desierta, esperando el momento en que se nos expulsaría. Por mi parte sabía el camino que tenía que seguir, sabía que el porvenir no me ofrecía otra perspectiva que la de ganar duramente mi pan al servicio de otros.

Dos espectadores apostrofan duramente al orador. Algunos académicos tratan de imponerles silencio. El presidente rompe la campanilla. El presidente, logrando hacerse oír: Su señoría puede hacer lo que guste, pero conste que la Mesa no le retira la palabra. El miércoles próximo continuará la discusión sobre el derecho de acrecer. Se levanta la sesión.