United States or Chile ? Vote for the TOP Country of the Week !


La Dorotea miró con espanto al bufón. Te amé continuó el tío Manolillo como nunca he amado; ninguna mujer me parecía ni me parece tan hermosa como ... y te he amado con ese terrible amor que no espera satisfacerse; con ese amor resignado al silencio, resignado al martirio; te amé y te amo de ese modo; he transmitido mi vida á ti y gozo cuando gozas, sufro cuando sufres.

Soto y Calvo es una bella composición, por el estilo del Hermán y Dorotea de Gœthe y de la Evangelina de Longfellow, si bien en el Nastasio no se advierte imitación, sino mucha espontaneidad. Su lenguaje es castellano muy puro. Por eso mismo me ha sorprendido y me ha contristado más la carta-prólogo que en el Nastasio he leído.

Miren qué casualidad dijo el bufón , que , hija mía, hayas querido venir al alcázar, que el reverendo fray Luis de Aliaga haya querido venir á mi aposento, y que este santo varón encuentre en ti una absoluta semejanza con otra persona. La Dorotea miraba fijamente al padre Aliaga.

Cuando salieron á la calle, vieron que ya era entrado el día, esto es, que se había retardado el amanecer á causa de una densa niebla, al través de la cual pasaba la lluvia. La niebla nos favorece dijo el sargento mayor ; pero andemos de prisa, ya es tarde; acaban de dar las siete y media en el reloj del alcázar. Y siguió andando á gran paso, arrastrando consigo á la Dorotea.

Y el joven pronunció estas palabras con un acento tal y tan doloroso, que Dorotea sintió que su amor crecía; se sintió amada; sin embargo, conservó su severidad. No; vos no me sois indiferente; no, ¡Dios mío!

El cual, lleno de confusión y espanto, al cabo de un buen espacio que atentamente estuvo mirando a Dorotea, abrió los brazos y, dejando libre a Luscinda, dijo: -Venciste, hermosa Dorotea, venciste; porque no es posible tener ánimo para negar tantas verdades juntas.

Presentóse éste, pálido, desencajado, estropeado completamente en cuerpo y traje; miró al entrar con recelo en torno suyo, y dijo con grande misterio: ¿Podrá escuchar alguien lo que voy á decir á vuecencia? Nadie, Montiño, nadie contestó el duque . ¿Pero qué sucede? Sucede, señor... En primer lugar, la Dorotea me envía.

Algunos trabajos en prosa se imprimieron de Salinas, entre los que cita Gallardo el Prólogo á las Meditaciones para cada día del año y la Dedicatoria al Sermón fúnebre de la madre Dorotea, escrito por Alonso Sanz.

No, no por cierto; en la calle Ancha de San Bernardo. Pues he aquí que estamos en la plazuela de Santo Domingo. Y dentro de poco estaremos á su puerta. En efecto, poco después el bufón llamaba á la puerta de la Dorotea. Salió á abrir Casilda. ¡Oh! ¡bien venido seáis, tío Manolillo! dijo la joven ; no sabíamos qué hacer con la señora; está terrible. Entrad, entrad.

Sabéis demasiado: peor para vosotros si no queréis declarar, porque todavía sería tiempo de impedir un gran crimen. Quevedo, sin saberlo, decía la verdad. Los criados de Dorotea se aterraron. Yo sólo que la señora estaba llorosa, que no ha comido, y que antes de obscurecer se ha vestido como una diosa dijo Casilda.