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La idea y el propósito de ejecutarla se habían apoderado de él juntamente, dominándole y llenándole por entero. Idea y propósito eran como una llaga estimulante en el cerebro, la cual le dolía y le comunicaba un vigor extraño.

A los siete años comenzó a rumiar el latín, dominándole rápidamente, como si en su vida no hubiese hablado otra cosa; a los diez disputaba con los clérigos que frecuentaban el jardín, los cuales se gozaban en oponerle objeciones y dificultades. El señor Esteban, cada vez más encorvado y débil, sonreía satisfecho ante su última obra. ¡Iba a ser la gloria de la casa!

El pueblo de Catanauan es muy vicioso, dominándole el juego, y el natural que se envicia deja desde aquel momento cuantos medios conocía para buscar dinero; varias causas, largas de referir, han influído para este mal, y se juega con tanto descaro, que se convoca á toque de tambor siempre que hay embarcaciones ó gentes de fuera.

En la Compañía hay que admirar el feliz consorcio del pensamiento y de la acción, de lo práctico y de lo especulativo. Fue un ejército conquistador, sin más armas que la palabra, que se extendió por el mundo con extraña rapidez, avasallándole y dominándole. Si contemplamos en espíritu al fundador glorioso en el momento de su muerte, nos parece á modo de un Alejandro incruento.

Procuraré prestaros parte de mi fortaleza; emplearé con vos todo el tesoro de consuelos de que mi alma está llena; os enseñaré á encontrar la alegría en la tristeza, el placer en el dolor; haré que, reconcentrada vuestra alma, busquéis la vida en vos misma; os daré el filtro que hace soñar, levantando vuestra alma; seréis mi hija, y yo seré vuestro padre; os retiraréis del teatro, y no entraréis en un convento, viviréis en el mundo, dominándole, despreciándole, engrandeciéndoos á vuestros propios ojos, con la comparación interna de lo que vos valéis, y lo que el mundo vale.

¡Ah! ¡habéis amado, fray Luis! ¿Y qué hombre no ha amado? exclamó profundamente el confesor del rey . Y yo he amado como han amado muy pocos hombres, como más daño hace el amor; callándole, dominándole, encerrándole dentro del alma, sin esperanzas, sin deseos, con una ansiedad desconocida, infinita, insufrible, con el vacío del alma que necesita llenarse y no puede ser llenado.