United States or Albania ? Vote for the TOP Country of the Week !


No, no habían traído nada. La cuaresma había pasado así, había comenzado la semana de Dolores, estaba concluyendo... y nada. «Debe de ser de ella», pensó doña Paula cuando vio el papel que presentó Teresina. Sintió ira y placer a un tiempo. El Magistral sentía en los oídos huracanes. Temía caerse. Pero estaba dispuesto a salir.

Su convalecencia restableció prontamente a todos los que estuvieron asociados a sus dolores. A su alrededor ya no hubo señales de preocupación, y la alegría hizo palpitar a todos los corazones al unísono. Quedaron olvidadas todas las fatigas y todas las angustias; la dicha reinó en el hogar; el primer día bueno borró de todos los rostros la huella de las vigilias y de las lágrimas.

Al saber que Salvatierra vivía en Jerez, sus dolores parecían haberse aumentado con la desesperación que le causaba el no verle.

Los dolores de los dientes no tienen la violencia que se observa en otros medicamentos: son variados, y la mayor parte irradian á otros puntos; se estienden al oido, á la sien, á la garganta; aparecen por la tarde y la noche, se agravan si ya existen; los dientes parece que se alargan, la masticacion aumenta el dolor, y este parte del fondo del alvéolo.

Es fácil formarse una idea exacta de los fenómenos diatésicos del arsénico, teniendo en cuenta su modo de obrar, que ya conocemos en parte, y que debemos continuar esponiendo aun, á pesar de algunas repeticiones, consignando al efecto los siguientes fenómenos: debilidad estraordinaria, agitacion, ansiedad, insomnio, acritud de las secreciones, calor seco quemante, sed, palpitaciones, dolor sordo en el corazon, plétora venosa abdominal, hipocondría, hemorróides, colecciones serosas, dolores quemantes, alivio por el calor, agravacion por la ingestion del agua fria, agravacion por la noche, sudor por la mañana al dormirse, ardor de las deposiciones, estreñimiento ó deposiciones involuntarias, insensibles, diarrea con ardor pronunciado y con quemazon en el ano.

Las afecciones subagudas de arsénico presentan tambien mas ó menos graduados los síntomas que caracterizan su accion, tales como: abatimiento considerable, pérdida rápida de las fuerzas, calor acre, pulso pequeño y frecuente, desfallecimientos, angustias, éstasis sanguíneos, tumefacciones con sensacion de ardor, edemas, dolores quemantes, gran sed, ó adipsia; casi siempre estas afecciones, así como las mas agudas, se agravan por las bebidas frias y acuosas, por estarse sentado ó andar, y por el frio esterior.

Los dolores producidos por la quina se alivian á veces con la misma; pero en este caso, así como en la mayoría de sus neuralgias, el dolor se exaspera por el tacto, la impresion y el movimiento.

Nazaria agradeció mucho la visita y estuvo quejándose durante diez minutos, dando cuenta prolija de los distintos dolores que sentía, en partes diversas, los unos afilados como cuchillos, los otros duros como pedradas, y algunos múltiples y horripilantes como el rasgar de una sierra. Después calló.

Aquella mujer lloraba silenciosamente; de tiempo en tiempo un sollozo desesperado hacía desgarrador su llanto. En la alcoba, sobre un reclinatorio delante de una virgen de los Dolores, había una lamparilla encendida. Fuera de la alcoba, junto á la puerta, estaban sentadas dos dueñas silenciosas é inmóviles. Pasó algún tiempo así.