United States or Libya ? Vote for the TOP Country of the Week !


Tuve libros, cuadernos de estudio, horas de trabajo; con eso se acrecentó mi afición a las distracciones permitidas en los intervalos dedicados al recreo, y lo que bien puedo llamar mi pasión por el campo aumentó con la necesidad de diversiones.

En los primeros años de la revolución este silencio era amenizado de vez en cuando con agradables diversiones. Los oficiales corrían las calles en automóviles de alquiler, disparando sus revólveres. Se tiroteaban de unos carruajes á otros. ¡Asunto de divertirse un poco!...

Pero el antiguo «peoncito» no mostraba gran respeto ante los consejos y órdenes de la bondadosa criolla. Se había entregado con entusiasmo al patinaje, por considerarlo la más elegante de las diversiones.

Ahora me veo libre de una gran responsabilidad; la conducta de Martholl me inquietaba; se le veía por donde quiera que había diversiones, despreocupado de nuestras desgracias. Comprendo su táctica. Me habían prevenido de que no cesaba de recoger informes en todas partes sobre nuestra situación financiera.

Sin embargo, el viajero que quisiere conocer a Chile no debe contentarse con visitar estas ciudades u otras, sino que debe aprovechar la oportunidad de conocer la interesante vida de las haciendas del productivo valle central, y gozar con la sociedad chilena de las diversiones del elegante balneario de Viña del Mar cerca de Valparaíso.

Arturo iba a ellas por cálculo; pero el desorden le disgustaba tanto como divertía a sus compañeros; su juiciosa frialdad contenía la locura de éstos, y acababa frecuentemente por hacerlos razonables: se le había llegado a considerar como un agua-fiestas, y, por último, había renunciado a tales diversiones.

Salían de casa a la hora en que correteaban por las calles los grupos de criadas, con sus faldas almidonadas y al cuello el ondeante pañuelito de seda, seguidas por los soldados de caballería, de escandalosas espuelas, torpe paso y embarazados por el sable, como si fuese un pesado garrote. Sus diversiones eran siempre las mismas.

Esa era la ocasión en que las bellas damas que iban a caballo mandaban de antemano cajas que contenían algo más que sus trajes del baile. La fiesta, en efecto, no debía durar sólo una noche, como las mezquinas diversiones de la ciudad, en que todas las provisiones de boca son puestas de una sola vez en la mesa, y en que la lencería es insuficiente.

Además del testimonio del Catálogo Real de España, que nos habla de las compañías de cómicos, que comenzaron primero á representar públicamente las piezas de Encina, hay otros, y no á mucha distancia de él, que nos revelan la creciente afición á las diversiones dramáticas.

Reprobaba mucho el juego interesado, bailaba con los hombres con sumo entusiasmo, era en extremo sobrio, extravagante en su vestido y sus movimientos, y en sus buenos ratos leía los salmos con unción y aprobaba mucho diversiones tales como el baile y el canto.